Actualizado 12 Diciembre 2012 - 01:26 h.
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Oltra está cuestionado y podría ser destituido si pierde ante el Valladolid el próximo lunes quintana
El puesto de Oltra corre peligro por la mala dinámica en la que se encuentra el equipo, pero los precedentes demuestran que los cambios de titularidad en el banquillo no son garantía de éxito. Al contrario, en las últimas cinco temporadas, 47 técnicos perdieron el puesto, 19 de ellos tenían a sus equipos en zona de descenso y en más de la mitad de las ocasiones (10), la caída a Segunda División fue inevitable.
La historia juega a favor de Oltra y da la razón a Lendoiro, que en raras ocasiones se la ha jugado con un cambio de cuerpo técnico. Desde el ascenso de 1991, solo Boronat, Toshack y Carlos Alberto Silva no acabaron la temporada. El resto tuvieron la confianza del presidente. El último ejemplo, Lotina, que estuvo cuestionado, con la cabeza pendiendo de un hilo en varias oportunidades y siempre acabó cumpliendo su contrato, aunque en el último curso que dirigió al Depor lo mandó a Segunda.
Este diario ha analizado los cambios de técnico de los equipos de Primera en el último quinquenio para comprobar el efecto que tienen esas permutas.
La temporada pasada hubo diez cambios en ocho clubes. Cuatro de esas modificaciones se produjeron en equipos situados en puestos de descenso. Abel Resino logró salvar al Granada de Fabri y Manolo Jiménez, al Zaragoza de Javier Aguirre. Pero Álvaro Cervera descendió con el Racing y Javier Clemente, con el Sporting. A mayores, Lotina cogió al Villarreal de Molina fuera de los puestos de descenso y lo llevó al pozo.
En la temporada 2010-11 cinco equipos que estaban en zona de descenso apostaron por cambiar de técnico para salir adelante. Lo consiguieron Manuel Pellegrini, que llevó al Málaga del vigésimo puesto al undécimo; Mendilibar, que clasificó al Osasuna de Camacho noveno tras haberlo cogido decimoctavo; y Aguirre, que subió con el Zaragoza de José Aurelio Gay del último puesto al decimotercero. En cambio, el ahora técnico del Deportivo, José Luis Oltra y Roberto Olabe fueron incapaces de sacar de la zona de descenso al Almería y Djukic tampoco lo consiguió con el Hércules de Esteban Vigo.
En la campaña 2009-10, los cambios en equipos que estaban en descenso se redujeron a tres. Fue positivo el caso de Gay en Zaragoza, al que Marcelino había dejado decimoctavo y que concluyó decimocuarto. Pero Clemente no pudo salvar al Valladolid de Onésimo, quien, a su vez, había cogido al equipo decimoséptimo y lo había dejado penúltimo; y Néstor Gorosito buscó el milagro, sin lograrlo, en el banquillo del Xerez, que había dejado libre Ziganda.
En la temporada 2008-09, Pochettino, que fue destituido este curso, evitó el descenso del Espanyol, al que había cogido decimoctavo y lo dejó décimo. El míster argentino había sustituido en el cargo a Mané, que se hizo cargo del banquillo espanyolista como decimoséptimo y lo situó en puestos de descenso. Peor le fue a Pacheta, que no consiguió evitar el descenso del Numancia de Kresic; y Lucas Alcaraz, al que le resultó imposible salvar al Recreativo.
El curso en el que comienza este estudio, el 2007-08, Chaparro dio oxígeno al Betis de Héctor Cúper (pasó del decimonoveno al decimotercero); y Zambrano también eludió el descenso con el Recreativo, al que Víctor Muñoz había dejado decimonoveno. En cambio, el Levante de Abel Resino fue incapaz de salvarse con De Biasi y José Antonio Moreno; y el Murcia de Alcaraz tampoco encontró remedio con Clemente. En el Zaragoza, Irureta agravó la situación que había dejado Víctor Fernández (de undécimo a decimoséptimo) y Manolo Villanova acabó de matarle.VIA IG. @XALOMONTE
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