No hay semana tranquila en el Deportivo y más después de tres sin ser capaz de ganar. Sin tiempo para lamerse de las heridas de la dolorosa derrota ante la Cultural (1-0), y con el recuerdo del justo empate ante el Castilla en Riazor (1-1), recibe esta tarde al Celta B en un derbi de urgencias.
Sobre todo para los blanquiazules, obligados a ganar para no descolgarse de su pelea para dar caza al Alcorcón, acabar con la minicrisis de tres jornadas sin vencer y evitar que el filial olívico le pueda adelantar en la tabla (llega con 49 puntos, a dos de los coruñeses).
Muchos alicientes para un partido en el que se espera que haya una entrada que pueda superar la que se registró en el Abanca Riazor contra el Real Madrid Castilla (26.745) y en el que habrá que ver cómo recibe la afición a Óscar Cano. El técnico escuchó cánticos pidiendo su dimisión el Reino de León y fue abucheado a su salida del campo por una parte de los seguidores.
Señalado
Convertir esas quejas en motivos para volver a sonreír es uno de los retos de un equipo que entonó esta semana el mea culpa por la derrota y se conjuró para volver a sumar de tres. Una semana de trabajo que estuvo marcada por las diferentes charlas que se sucedieron el lunes, el primer día de entrenamiento tras el descalabro en el Reino de León.
Sendos apartes de Juan Giménez con Óscar Giménez y Pablo Martínez esa misma jornada y el miércoles un cónclave entre Roberto Olabe, Mackay, Pablo Martínez, Carlos Rosede y Juan Giménez. El entrenador puede ver condicionado su futuro si no es capaz de ganar a los celestes.
El presidente del Deportivo, Antonio Couceiro, declaraba esta semana en Deportes Cope Coruña que no contemplaba la derrota contra el filial olívico, pero perder ante el segundo equipo del ‘eterno rival’ supondría un mazazo difícil de digerir para los herculinos. Con una parte alta muy apretada y las diferencias en un puño el objetivo es poder seguir optando al ascenso directo. De cara a una jornada de redención y de un golpe sobre la mesa en un duelo con fuerte carga emocional, el Depor podrá contar en este partido con Lucas Pérez, tras superar un proceso febril. Con Mackay en la portería, volverá a apostar por una línea de cuatro, con Antoñito y Lebendenko por las bandas y en el centro de la zaga Pepe Sánchez y Pablo Martínez.
Regresa Diego Villares, que suplirá a Roberto Olabe, que cumple sanción, y puede acompañar en el trivote a Rubén Díez e Isi Gómez. Por delante, alas para Alberto Quiles, por la derecha y Mario Soriano, por la izquierda y arriba el de Monelos.
Todo el arsenal listo para que el triunfo se quede en A Coruña, se regrese a la senda de las victorias y se premie a una hinchada que ya piensa en el próximo desembarco en Salamanca, sin saber si tendrá el premio del triunfo esta tarde. Lo necesita el Depor en este derbi de urgencias.