La idea de un nuevo Riazor ha pasado a mejor vida, pero ni el Deportivo, ni el Concello de A Coruña quieren dejar pasar la oportunidad de adecentar Riazor lo mínimo exigible para que los socios del club coruñés puedan disfrutar al máximo de su equipo. Lendoiro y Xan Martínez Cajigal, concejal de deportes del Concello de A Coruña, para intentar llegar a un acuerdo sobre lo que necesita Riazor. Se ha descartado un nuevo estadio o una reforma en profundidad, y ahora los avances pasan por arreglar de manera urgente las goteras, sobre todo, en los fondos; por buscar una zona de aparcamiento techada para el equipo visitante y el equipo arbitral, y por hacerle un lavado de imagen a los exteriores que llevan así desde la reforma del Mundial 1982.
Éstas fueron las reivindicaciones presentadas por el presidente del Depor al concejal y, aunque notó muy buena predisposición, sólo ve posibilidades de actuaciones inmediatas en la primera de sus peticiones. Ahora mismo los socios del Deportivo evitan mojarse, porque rara vez se llega a la media entrada y puedan desplazarse a zonas sin problemas, pero habrá gran entradas ante el Sporting (19 de diciembre) y el Barcelona (9 de enero), y ya no tendrán esa posibilidad.
Lendoiro es relativamente optimista de cara al encuentro contra el equipo culé: "Fue una reunión cordial con el Martínez Cajigal y se le ve que tiene interés, pero donde se nota que hay un compromiso serio es en las cubiertas. Me garantizó que se iba a resolver cuanto antes. Él nos dijo que ya había una dotación económica para esos arreglos, pero que llevaban más de un año de problemas con la adjudicación y eso es peligroso para poder solucionarlo antes de esos partidos".
El resto de pretensiones del Depor ya las ve más lejanas. "Se le ve buena voluntad con el resto (problemas aparcamiento y lavado de cara), pero él lo debe plantear en el Concello al alcalde y ya se verá lo que ocurre". El club coruñés presentará un informe antes del jueves de las deficiencias que, a su juicio, se deben subsanar en Riazor. Ése es ahora su caballo de batalla. El nuevo Riazor está olvidado. "No queremos hablar más de eso para que no haya malas interpretaciones".
