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lunes, 24 de mayo de 2010

Es el momento de dar el salto para Guardado"












Las estrellas del Deportivo empiezan a pensar en un futuro lejos de Riazor. Si Manuel García Quilón, el representante de Filipe Luis, apremiaba este sábado a Lendoiro para vender este verano al defensa brasileño, ahora también se empieza a pensar en un traspaso en el entorno de Andrés Guardado. Mario Ordiales, el agente del jugador mexicano, considera que ha llegado la hora de que su representado afronte nuevos retos. "Para Guardado, es el momento de dar el salto. No es algo que diga sólo yo, también lo piensa mucha gente en España. Andrés está preparado para dar otro paso en su carrera, seguir creciendo y poder jugar en un grande", insiste Ordiales.

El Wolfsburgo y el Valencia tienen en su agenda de futuro a Guardado, aunque su agente asegura que todavía no ha mantenido contactos con ningún equipo: "Nosotros no tenemos nada concreto por ahora, no sabemos si el Deportivo ya tiene algo. A veces te quedas con la duda de si han recibido algún ofrecimiento oficial y no te enteras. A lo largo de su estancia en Europa, muchos equipos nos dicen que es un jugador interesante y que les gusta, pero una cosa es que nos digan que encaja y otra que haya una oferta concreta".

Hay dos factores que juegan a favor de un posible traspaso de Guardado durante este verano. El primero es que le quedan dos años más de contrato con el Deportivo y, si Lendoiro quiere obtener una buena cifra por su traspaso, podría ser el momento de comenzar una negociación. El segundo es la participación del jugador en el Mundial, aunque Mario Ordiales considera que eso puede ser un arma de doble filo: "Ésa puede ser una estrategia financiera de riesgo. Un equipo puede esperar al Mundial para ver si su jugador la rompe y consigue más dinero, pero eso también puede salir mal. Si luego no sucede, cuando lo quiera vender, igual ya no está ahí el comprador".

ENTREVISTA A ARANZUBIA













¿Por qué la temporada ha tenido dos partes tan diferenciadas para el Deportivo?
Todo el mundo coincide en eso, pero es difícil saber los motivos. En la primera vuelta estuvimos mejor de lo que todos esperábamos, sumamos muchos puntos y estuvimos durante mucho tiempo en puestos europeos, pero después el equipo perdió su identidad.

¿Les preocupa que esas malas sensaciones sean una advertencia para el futuro?
No creo que haya que estar preocupados. Hay un largo verano por delante y las temporadas siempre son diferentes. Una cosa no tiene nada que ver con la otra.

Todo el mundo cree que usted fue uno de los pocos jugadores que mantuvieron el tipo en la segunda vuelta.
Dentro de las malas sensaciones que estaba dando el equipo, uno intenta hacer las cosas lo mejor posible, pero cuando un equipo no está bien, nadie está bien. No hay excepciones.

¿Sus dos primeros años en el Deportivo han superado sus propias expectativas?
A nivel personal, sí. Estoy jugando, las cosas me están saliendo bien... Quizás me queda la espina clavada de no habernos metido en Europa ninguno de estos dos años, porque estuvimos a punto.

Usted no es el típico jugador trotamundos, más bien todo lo contrario. ¿Se ve en el Deportivo durante muchos años?
Sí, pero cuando empecé a jugar en el Athletic, también es cierto que pensaba que nunca me iba a marchar de allí. Luego llegó el día en que me tuve que ir. Ahora estoy en el Deportivo, estoy muy contento y tampoco pienso en irme, pero nunca se sabe lo que puede pasar el día de mañana.