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jueves, 12 de noviembre de 2020
JORNADA BAJO MÍNIMOS
Van cuatro jornadas del campeonato, hay tres lesionados, otros jugadores arrastran molestias y el cuerpo técnico y los servicios médicos no quieren correr riesgos. Aprovechan esta semana de parón en el Grupo I de Segunda División B para bajar la carga de trabajo para algunos de los que más partidos y sesiones llevan en las piernas.
Ayer, siete jugadores del Deportivo tuvieron trabajo específico en el entrenamiento que se celebró en la Ciudad Deportiva de Abegondo, donde el entrenador blanquiazul, Fernando Vázquez, contó, entre otros, con el uruguayo Diego Rolan, que afrontó su segunda sesión con el grupo.
Fue un entrenamiento bajo mínimos, con tareas individuales para Keko Gontán, Jorge Valín, Borja Granero, Héctor Hernández, Derik Osede, Eneko Bóveda y Salva Ruiz. De todos ellos, están de baja los tres últimos.
Además, el centrocampista Yago Gandoy realizó en el terreno de juego solo la primera parte del entrenamiento.
Con sol y buena temperatura en Abegondo, tras un calentamiento con rondos, el técnico deportivista dividió a su plantilla en dos grupos: mientras uno jugaba un partido en espacio reducido, de alta intensidad, el otro completaba una serie de carreras bajo la supervisión del preparador físico Manuel Pombo. Un circuito físico con finalizaciones, partidos en espacio reducido en equipos de cuatro jugadores y un encuentro con todos los disponibles juntos, fueron las tareas antes de los estiramientos con los que concluyó el entrenamiento.
El delantero internacional uruguayo Diego Rolan se reincorporó ayer a los entrenamientos del Depor tras haber tramitado su permiso de trabajo.
Una vez que no fructificaron las negociaciones para su traspaso —estuvo a un paso de irse al Nimes galo—, Rolan se entrenó el mes pasado unos días en la Ciudad Deportiva de Abegondo junto con sus compañeros de equipo, pero al no tener los papeles en regla para jugar en Segunda B (categoría no profesional), tuvo que viajar a Uruguay para arreglar la situación.
El delantero se desplazó a Uruguay a mediados de octubre, regresó a A Coruña a principios de semana y, si todo transcurre con normalidad, debutará en la categoría de bronce con el equipo coruñés después de no haber vestido la camiseta blanquiazul ni en Primera ni en Segunda División.
El Deportivo cerró su fichaje en 2017 cuando estaba en la máxima categoría, pero ese año fue cedido por el Girondins de Burdeos al Málaga y los dos siguientes cursos, fue prestado por el equipo gallego, que había caído a Segunda División, al Leganés, el Alavés y el Juárez mexicano.
Cuando fue cedido al Málaga, el Deportivo tenía el cupo de extranjeros cubierto; y posteriormente, lo prestó a equipos de superior categoría debido a su alta ficha y su caché, pero ahora, con el conjunto blanquiazul en Segunda B, las circunstancias han hecho que vaya a debutar en la categoría de bronce.
Su presencia en la Ciudad Deportiva de Abegondo fue la nota más significativa de un ensayo matinal en una semana atípica, en la que no habrá competición liguera.
Este parón, precisamente, a buen seguro que le vendrá de perlas al ‘artillero’ para intentar adquirir cuanto antes el ritmo idóneo para competir en la categoría de bronce.
El club de la Plaza de Pontevedra cuenta con él al menos hasta el mes de enero, en el que podría sopesar de nuevo hacer caja por uno de sus mayores activos económicos