El Deportivo ha cambiado la hora de los entrenamientos esta semana para adaptarse al frío y ya está focalizado en el siguiente encuentro del curso, ante el filial del Athletic Club en el Estadio Abanca-Riazor (domingo, 17 horas).
Los jugadores siguen acudiendo a primera hora de la mañana a la Ciudad Deportiva de Abegondo para desayunar en el comedor y compartir ahí las primeras sensaciones y conversaciones del día, pero la salida al césped de esas instalaciones se demora hasta media mañana, a las 11.
La jornada, como cada semana, comenzó en la sala de vídeo para repasar con imágenes aspectos en los que incidir, tanto positivos como negativos, y continuó en el césped.
Allí, los preparadores físicos dirigieron los primeros minutos con el habitual calentamiento antes de encarar la sesión más larga dentro del plan de trabajo semanal.
El cuerpo técnico dividió entonces en tres grupos a los futbolistas para completar, en paralelo, un circuito de fuerza, otro de finalizaciones y una tarea táctica.
Esta última contó con la supervisión directa del preparador deportivista, Borja Jiménez.
En esas tareas, el entrenador deportivista estuvo trabajando diferentes movimientos y duelos en distintas zonas del campo, alternando los petos y repartiendo constantes instrucciones.
A pesar del dulce momento que atraviesa el Deportivo, el equipo sigue entrenando nuevos aspectos para no estancarse. Hay margen de mejora.
A partir de las 12.25, los jugadores que se entrenaban a las órdenes del míster blanquiazul en el segundo campo de Abegondo se trasladaron al tercero, donde de tres grupos pasaron a cuatro para disputar partidos en espacio reducido.
Ganó el que formaban Víctor García, Josep Calavera, Pablo Trigueros, Juergen Elitim, Noel López y Iano Simao.
Los deportivistas regresarán a esas mismas instalaciones este jueves para afrontar la segunda sesión. El viernes será la más suave y el sábado, irán a Riazor.
