¿Se ven las cosas distintas desde que el equipo está fuera de descenso?
Es normal que cuando llegan los buenos resultados, se vea todo de una manera diferente. El equipo ha cogido bastante confianza y se ve todo con más optimismo, sabiendo que el equipo está en una buena dinámica. Ahora no hay que bajar los brazos, porque todavía no hemos hecho nada.
Ése parece el nuevo lema del Deportivo. Todos los jugadores repiten que todavía no se ha conseguido nada.
Es que llevamos once jornadas de Liga y si pensáramos que ya se ha hecho todo, estaríamos muy equivocados. El equipo todavía puede tirar más arriba en la clasificación.
¿Un cambio de sistema puede explicar por sí mismo la mejoría de este Deportivo?
No sé, pero lo importante es que con el cambio de sistema, el equipo se ha hecho más fuerte defensivamente. Ahora quizás estamos más protegidos, tal vez es lo que echábamos un poco de menos, esa intensidad defensiva de estos años atrás que se ha recuperado.
Es curioso que se ha mejorado en defensa, pero especialmente en ataque, con la excepción del día de Mallorca.
Es que eso no significa nada. El hecho de que tengas una defensa de cinco, no quiere decir que cuando ataques no te vayas a encontrar con gente arriba, porque los jugadores de banda tienen ahora mucho más recorrido y también tienen presencia en ataque. Además somos un equipo muy rápido, con velocidad arriba.
Hace no muchas semanas, ¿se notaba un ambiente de miedo en el entorno a un posible descenso a Segunda?
Desde el primer partido de la pretemporada, algunos ya nos veían en Segunda. Había un pesimismo exagerado y enorme en el entorno, pero nosotros estábamos tranquilos en el vestuario, sabíamos lo que había y el equipo que teníamos. Yo nunca tuve dudas.
¿Así que nunca pensó que el equipo podía llegar a sufrir?
Yo nunca he dicho que el equipo no va a sufrir, sólo que este equipo tiene capacidad para estar mucho más arriba de donde estaba y que tiene una plantilla como para permanecer en Primera, pero no por tener muchos nombres, un equipo lo tiene todo hecho en esta vida. Tenemos el ejemplo de clubes que descendieron a Segunda estos años atrás con buenas plantillas y presupuestos importantes. Eso no tiene nada que ver. Lo que sí sabía es que la cosa tenía que cambiar tarde o temprano. No podíamos dejar pasar más jornadas estando tan abajo.