Levante y Deportivo miden sus, de momento, modestas fuerzas en un duelo marcado por dos factores. El primero, las tendencias invertidas pues los gallegos terminan de sumar su primera victoria liguera, mientras que los de Luis García encadenan dos partidos con derrota. Por otro lado, habrá un protagonista destacado, Sergio González. Vistió durante nueve temporadas la camiseta blanquiazul y la lleva grabada a fuego. No es para menos, pues vivencias como el 'Centenariazo' o las grandes noches europeas son de las que marcan. Pero también ha comprobado que tres meses de azulgrana son como tres años en cualquier otro lugar y, por ello, ya ha adelantado que habría festejo si marca, aunque ya olvidó su tumultuosa salida y sólo guarda buenos recuerdos y amigos de la plantilla herculina.
Ambos entrenadores andan buscando el equilibrio. Luis García optó en los últimos dos compromisos por los dos delanteros: gana poderío en ataque pero pierde presencia en la medular sin el hasta hace poco alma mater Rubén Suárez, además de empaque defensivo. El asturiano, probablemente, regresará al once en detrimento de Jordá. Lotina, por su parte, intenta recuperar su firma personal: fortaleza atrás, para lo que ha tenido que echar mano del dibujo con tres centrales; además de recurrir a clásicos que tan buenos resultados le dieron en el pasado como Riki. Empezó en la suplencia para luego caer lesionado. Pero en cuanto se recuperó, el de Meñaka no dudó en rescatarlo y con él en el equipo llegó el triunfo sobre el Espanyol. En el Depor, por cierto, actúa Saúl, un ex granota que, para el cuerpo técnico levantinista, es de los mayores peligros.
El choque, pese a quedar mucha Liga aún, toma tintes de trascendental por su componente psicológico: si vence el Levante, meterá distancia a los gallegos y se dará un respiro, mientras que los de Lotina no podrían confirmar su recuperación; si los tres puntos se van al bando visitante, los granotas caerían en un bache, mientras los de Riazor afrontarían el futuro con más confianza.
