E. COBAS| A CORUÑA Reforzado en su autoestima pese a la derrota ante el Barça, el Deportivo prepara el derbi del sábado con la esperanza de que la visita a Balaídos marque un punto de inflexión en la trayectoria del equipo, algo similar a lo que ocurrió la pasada campaña tras el primer clásico gallego, que entonces tuvo como escenario Riazor. El Dépor estaba con dudas y no acaba de tomarle el pulso a la Segunda División, sobre todo fuera de casa. Sumaba tres puntos menos que el Celta, igual que ahora. Necesitaba un golpe de autoridad y lo dio en el momento más oportuno, contra el conjunto celeste, al que derrotó 2-1 con tantos de Riki y Lassad.
Aquellos tres puntos, amarrados con muchos apuros y ciertas dosis de fortuna, supusieron el comienzo de la escalada del equipo de José Luis Oltra, que fue subiendo peldaños hasta acabar aupándose al liderato siete jornadas después de despachar al Celta. La semana siguiente cayó de forma injusta en el Martínez Valero, donde regaló la primera parte y acabó arrollando al Elche sin premio (3-2), y tras ese breve paréntesis negativo enlazó su mejor serie de resultados de la temporada, con diez victorias y un empate en los siguientes once partidos.
Tumbar al Celta le sirvió entonces de medicina para revitalizarse y encarar el futuro con ánimos renovados. Un efecto similar busca ahora el Deportivo, anclado en puestos de descenso por segunda jornada consecutiva. También le está costando adaptarse a la nueva categoría, igual que ocurría hace un año en Segunda, y el propio José Luis Oltra ve "ciertos paralelismos o similitudes con lo que pasó la temporada pasada".
Tras cuatro partidos seguidos sin sumar, necesita romper cuanto antes esa dinámica negativa. Hacerlo en Balaídos supondría un plus que sin duda impulsaría al conjunto coruñés de cara a las siguientes jornadas, en las que el calendario se suavizará con tres partidos en casa ante rivales terrenales -Mallorca, Levante y Betis- y dos salidas, a Zaragoza y Bilbao, en las que no sería descabellado arañar algo positivo. La exhibición de coraje en la segunda parte frente al Barcelona ha reafirmado al técnico en su convicción de que el equipo "va a ir a más porque tiene capacidad y posibilidades". Sabe que en Vigo habrá en juego "más que tres puntos" y por eso promete que el Dépor pondrá todo de su parte por regresar con una victoria que se le resiste al equipo coruñés desde la jornada inaugural, en la que venció con suficiencia a Osasuna (2-0).
"Sabemos que son más que tres puntos, que es un partido muy importante para nuestra afición y ahora mismo es también importante para nosotros porque tenemos que cambiar lo antes posible esta dinámica de malos resultados y derrotas -declaró el técnico valenciano tras perder ante el Barça-. Hay que intentar sacar algo positivo de Balaídos, que es un campo complicado, ante un rival que de local anda muy fuerte, con buen estilo, con buenos futbolistas y con buen entrenador. Nuestra idea, fuera el Celta o cualquier otro equipo, es ir a por la victoria, y en este caso sabiendo que es más importante por lo que supone para nuestra gente y para nosotros mismos".
La misma trascendencia conceden al derbi desde Vigo. Por ejemplo, su delantero Mario Bermejo, quien ayer se refirió por primera vez al choque del sábado. "Es más importante que el del Bernabéu porque el Deportivo es un equipo que luchará por el mismo objetivo que nosotros. El Dépor ha cambiado a algunos jugadores, pero mantiene el mismo estilo de la pasada temporada. Será un partido complicado", señaló el atacante, que no tiene ánimo de revancha pese a perder los dos derbis del anterior curso. "No vale de nada acordarse del pasado ni tener ánimo de revancha. Nosotros queremos ganar por la rivalidad y por la importancia de los puntos, pero siempre respetando al adversario", añadió Bermejo.