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lunes, 16 de septiembre de 2019

LA PORTADA DEL DXT


EL VAR DEVUELVE LO QUE SE LLEVÓ

El VAR, tan repudiado cuando te quita, tan querido, bienvenido, cuando te da, permitió al Deportivo recuperar un punto a última hora y de penalti en El Molinón para evitar la cuarta derrota seguida de la temporada. El empate saca del descenso a los blanquiazules en la jornada que ya se ha cobrado la primera víctima en los banquillos. Sergio Egea, que suplió al actual técnico deportivista la temporada pasada en el Oviedo, ya es historia en el conjunto asturiano. 
Los entrenadores han empezado a caer, la paciencia es justa en el fútbol. En todos lados, a pesar de que en Segunda División el margen de reacción sea amplio. Después de cinco jornadas, el Depor solo  suma cuatro puntos, lejos del pleno del Cádiz o de los trece que llevan el Zaragoza y el Almería. Queda tiempo, pero no hay que perderlo. El miércoles espera el Numancia a este Depor aun en construcción, cambiante en nombres e ideas, obligado a arriesgar para rescatar algo positivo sobre la bocina. 
Para intentar cortar la serie de derrotas en que estaba inmerso, el entrenador del Deportivo, Juan Antonio Albacete Anquela, apostó por mantener a Vicente Gómez en el once, dar entrada a Gaku Shibasaki tras haber estado concentrado con Japón y mandar al banquillo a Borja Galán. En el dibujo, Bergantiños se situó por delante de la zaga flanqueado por Vicente hacia la derecha y Gaku, con más libertad de movimientos, en el perfil zurdo. Aketxe cayó a esa banda en lugar del enganche y Mollejo estuvo en la derecha. 
Hubo otras dos novedades. Bóveda regresó al lateral derecho y arriba situó al venezolano Christian Santos, al que el técnico no veía para ser titular hace poco más de una semana, pero al que ayer dio entrada en la alineación.
El equipo heculino estrenó su segunda equipación, la verde y no lo hizo con acierto. Aún no se había asentado en el terreno de juego cuando una pérdida de Álex Bergantiños en el centro del campo y el desajuste defensivo posterior (fallaron las basculaciones y ayudas) lo aprovechó Manu García para asistir a Djurdjevic, que encontró la escuadra con la rosca. 
Bóveda no tardó en ver la primera amarilla y Montero, en precipitarse con el primer balón en largo, que acabó en pérdida. El Deportivo intentó reaccionar, pero el larguero le frustró. Con él se encontró Christian Santos al cabecear, prácticamente a ras de suelo, un centro de Mollejo desde la derecha. Tampoco hubo acierto. Vicente Gómez buscó el disparo con la zurda en vez de asistir al extremo cedido por el Atlético de Madrid y Montero probó desde su casa con la izquierda. Se lo reprocharon sus compañeros.
No hubo posibilidad de empatar antes del descanso y el Sporting tuvo la primera del segundo periodo con un disparo de Carmona que no sorprendió a Dani Giménez a pesar del bote. 
Tampoco le cogió por sorpresa a Diego Mariño una falta escorada que ejecutó Aketxe. El vigués sacó los puños y logró despejar un balón envenenado.
El nuevo balón de LaLiga agradece los disparos lejanos y complica la vida de los porteros. Djurdjevic volvió a ensayar desde fuera del área y Dani Giménez respondió.
Anquela eligió a Borja Galán para suplir a Vicente Gómez. Aketxe y Gaku se encargaron de la creación en el centro del campo por delante de Bergantiños en un partido lleno de imprecisiones por parte de ambos contendientes. El Deportivo no encontraba el camino al área sportinguista. En el campo blanquiazul, Djurdjevic lo buscó de nuevo con otro disparo lejano que obligó a Dani Giménez a estirarse al máximo para sacar el balón.
Los centrales del Deportivo también se cargaron de tarjetas en un partido en que el árbitro, Pulido Santana, había sido más permisivo con los locales. Eso sí, el colegiado canario asustó a los rojiblancos al expulsar por error a Damián Pérez. Le mostró la roja directa cuando quería sacarle la amarilla. 
Anquela aportó más ingredientes ofensivos. Sumó a Koné (por Gaku) y arriesgó con Jovanovic por Bóveda. Galán pasó a actuar de carrilero. El Deportivo tenía toda la carne en el asador, pero la brasa no llegaba. Solo avivaba el fuego Aketxe. Lo intentó con un disparo desde fuera del área al borde de cumplirse el tiempo reglamentario.
El Deportivo no perdió la fe, la esperanza, y el VAR, que le cobró la derrota ante el Albacete la semana pasada, le devolvió, de la misma forma, un  punto en Gijón. Ordenó revisar una mano clarísima del exdeportivista Borja López. Todos la vieron menos el colegiado. Mollejo. El partido estaba en el descuento, el árbitro había decretado cuatro minutos de prolongación, perdió un par de ellos para señalar el punto de penalti, Aketxe asumió el lanzamiento y convirtió sin ponerse nervioso. 
Todo el tiempo perdido, como ante el Albacete, no se descontó y el Deportivo, revitalizado por el gol, se quedó con las ganas de más. 
Al menos, rescató un punto para poner fin a la serie de derrotas que llevaba, para encarar de mejor humor y con más confianza los dos partidos que afrontará esta semana con menos descanso que sus rivales, Numancia y Cádiz. 
Riazor y el equipo necesitan sumar de tres desde ya para disipar esas dudas que siguen en el ambiente.