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viernes, 17 de julio de 2020

LA PORTADA DEL DXT


NUEVO 'MATCH BALL'

Ha llegado la hora de la verdad y el Deportivo, tras haber firmado sendas derrotas en las dos últimas jornadas, no puede permitirse un nuevo tropiezo esta noche.
La escuadra de Fernando Vázquez tuvo en su mano la oportunidad de dejar casi sellada la permanencia ante el Málaga y el Extremadura, pero los tropiezos frente a los dos conjuntos han complicado la situación de los blanquiazules, que han dejado que el descenso se acerque a dos puntos.
En Málaga, el excelente planteamiento de Sergio Pellicer y la asfixiante presión de sus futbolistas ahogaron a un Deportivo que no tuvo la menor ocasión en La Rosaleda. Fue un jaque mate en toda regla para una partida que se ganó desde el banquillo.
Más preocupante fue la sensación exhibida ante el Extremadura. Los coruñeses se encontraron con el escenario perfecto, jugaban en casa ante un rival ya descendido a Segunda B y con numerosos problemas para completar la convocatoria con futbolistas del primer equipo. Además, a los tres minutos ya mandaban 1-0 en el marcador. Pero tanto los jugadores del Deportivo como el propio técnico cayeron en la especulación y dieron serias muestras de agotamiento físico y psicológico. Los futbolistas se vinieron abajo y Vázquez no supo cómo cambiar el rumbo del encuentro. Más bien todo lo contrario, ya que los cambios que introdujo partieron el equipo por la mitad.
Como resultado de semejante desastre, la escuadra coruñesa protagonizó su peor partido desde la llegada del entrenador de Castrofeito y el Extremadura arrolló a los herculinos en el tramo final de un duelo que deja al Depor tocado anímicamente, con un solo punto sobre el Numancia y dos sobre el Lugo, que es quien  marca el descenso.
Para más inri, la derrota originó un auténtico incendio en el vestuario, con momentos de mucha tensión entre los jugadores y la ‘espantada’ de Çolak, que al día siguiente no se presentó al entrenamiento, aunque posteriormente pidió perdón a Vázquez, que no ha tenido reparos en aceptar la bajada de cabeza del turco.
Conscientes del momento tan crucial para el futuro del club, tanto el presidente,  Fernando Vidal, como los aficionados han salido a mostrar su confianza absoluta en la plantilla y han solicitado la unión de todo el deportivismo.
Los pupilos de Vázquez llegan al tramo decisivo agotados por la intensidad del calendario desde que se reanudó el campeonato y por remar a contracorriente durante toda la temporada. Pero a la vez, tienen la motivación de haber ‘resucitado’ cuando ya se veían muertos y en Segunda B.
A finales de diciembre, cualquier deportivista habría firmado afrontar la jornada 41 dependiendo de sí mismo y a un solo triunfo de dejar casi sellada la permanencia.
Los blanquiazules tienen dos nuevos ‘match-balls’ (los últimos) para conseguirlo. El  primero llega esta noche, ante un Mirandés que ha logrado el objetivo de la salvación con holgura, tras completar una gran campaña, pero al que se le ha complicado muchísimo el sueño del playoff en las últimas semanas.
Las opciones de que los burgaleses acaben sextos son mínimas y esa falta de aliciente es la que debe servir al Deportivo para rematar los deberes hoy y no tener que sufrir hasta el próximo lunes.
Regreso
Para afrontar esta prueba decisiva, retorna Peru Nolaskoain tras haberse perdido las seis últimas jornadas (cinco por un esguince en el tobillo derecho y la sexta por una amigdalitis). Un refuerzo clave para las dos zonas que más se han debilitado en los últimos partidos, la medular y la retaguardia. También vuelve Salva Ruiz, que ocupará el lateral izquierdo.