—¿Cómo se definirías como entrenador?
—No me gusta definirme a mí mismo, una vez que la gente me conozca o vea al equipo jugar, será más fácil de definir.
—¿Qué referentes tiene en los banquillos?
—No tengo ningún ideal en concreto. Me gusta fijarme en muchos entrenadores y crearme un estilo propio. He aprendido de todos los que he tenido.
—¿Resultado o vistosidad?
—Se pueden hacer las dos juntas. El cien por cien de los entrenadores están obligados a conseguir un buen resultado, pero van las dos unidas y la mejor manera de conseguir un buen resultado es jugando bien al fútbol.
—¿Cuándo sintió que estaba predestinado a ser entrenador?
—Bastante pronto. Con veintipocos años ya me dí cuenta de que cuando dejara el fútbol quería seguir dedicándome a este deporte en los banquillos.
—¿Cómo es fuera de su vida profesional?
—Una persona normal, con sus cosas buenas y malas.
—¿Es un loco del fútbol?
—Me gusta mucho. Le dedico muchas horas del día al trabajo y a lo que es mi pasión, pero también necesito desconectar de vez en cuando.
—¿Qué le da este deporte?
—Es mi pasión, al final es lo que me motiva, me mueve y me gusta desde que era pequeño. Primero quería ser futbolista y después, cuando se acabó mi carrera como jugador, ser entrenador fue la manera de seguir vinculado a este deporte. Me impulsa a despertarme cada mañana con ganas de ir al trabajo.
—¿Qué seña de identidad le gustaría que tuviera el Depor bajo su batuta?
—Me gustaría que fuera un equipo que juegue bien, que sea muy competitivo y que cuando acabe el partido nadie pueda decir que no se ha entregado, que no ha sido valiente y que no lo ha intentado.
I.z.
a coruña
El nuevo preparador, que nació en Derio (Vizcaya) el 9 de julio de 1975, aceptó la propuesta deportivista a la primera.
—¿Qué sintió cuando le llamó el Depor?
—Me encuentro muy ilusionado, estoy encantado de estar aquí, es un bonito reto que tenemos por delante y recibí con mucha alegría la llamada. No dudé ni un minuto en decir que sí.
—Así que Tino Fernández no tuvo que convencerle demasiado.
—No tuvo que convencerme mucho. Un club con este prestigio, esta historia y una gran afición... cuando esas tres cosas se juntan, hay que decir que sí.
—¿Qué reto se marca en esta nueva aventura?
—Un reto diario, creo mucho en los objetivos diarios y no a largo plazo. Mi objetivo es intentar ser mejor cada día, trabajar cada día, intentar empezar ganando la primera jornada de Liga y, a partir de ahí, ir creciendo y mejorando. Intentar mejorar y no ponerme límites en los retos y en los objetivos.
—¿Qué sensaciones del club y de las instalaciones se llevó cuando vino a firmar el contrato?
—Muy buenas, muy maja la gente, tanto la gente que hemos encontrado en la calle, gente muy humilde, trabajadora. Es importante que entre todos, afición, club, cuerpo técnico y jugadores hagamos una piña para que todo vaya lo mejor posible.
—¿Cómo cree que debe reconducirse el ambiente en el vestuario después de la tensión y las manifestaciones de los futbolistas en la última semana de la pasada campaña?
—No entro ahí. No sé qué es lo que sucedió y no valoro ese trabajo, tengo máximo respeto por lo que se ha hecho hasta ahora y yo intentaré hacer un grupo cohesionado, un grupo fuerte y unido que trabaje por los objetivos que nos marquemos desde el primer día.
—¿Puede perjudicales la gira uruguaya?
—No. Lo ideal es no hacer viajes tan largos para preparar la temporada, pero hay que entender las necesidades de estos partidos y trataremos de sacarle el máximo rendimiento a este viaje.
—¿Qué tipo de pretemporada desea?
—Ya la tenemos medio construida en cuanto a partidos, en cuanto a dirección. Me gusta llegar al primer partido de Liga en la mejor disposición para conseguir una victoria, el objetivo es que el equipo llegue en óptimas condiciones tanto físicas como a nivel de conceptos adquiridos para conseguir la victoria.
—Llega al Deportivo después de haber aguantado tan solo nueve jornadas en el Valladolid. ¿Fue una experiencia dura?
—Soy bastante optimista y siempre cojo las experiencias positivas. Al final, todo para mí es positivo e intento cogerlo como aprendizaje en el futuro.
—¿Considera que se precipitaron al despedirte?
—Sí.
—¿Cómo le gusta relajarse, qué aficiones tienes?
—Me gusta hacer deporte y leer, sobre todo esas dos.
—¿Qué tipo de libros le atraen más?
— Leo de todo, ahora estoy leyendo libros en inglés, sobre todo, pero de todo.
—Como vasco, le gustará la buena comida.
—Me gusta comer dieta saludable, en ese aspecto intento cuidarme bastante. VIA IG.