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domingo, 3 de octubre de 2021

LA PORTADA DEL DXT


 

PRIMER BACHE DEL DEPOR CON PREGUNTAS EN EL AIRE

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Sin dramatismos, pero sin paños calientes, el deportivismo analiza el primer traspié de la temporada en casa, un empate con sabor a derrota en un partido que el Deportivo ganaba cuando concluyeron los noventa minutos reglamentarios. En el descuento, la SD Logroñés castigó a un equipo que se echó demasiado atrás prácticamente la última media hora. Riazor le advirtió de la situación con silbidos, pero ni los que estaban en el césped ni los cambios desde el banquillo cambiaron un panorama que acabó con el reparto de minutos y un conjunto coruñés que se encogió.

“Nosotros siendo el Deportivo y teniendo los jugadores que tenemos, los quince últimos minutos tenemos que manejarlos igual que si fueran los primeros, que es a través de la pelota”, se lamentaba el preparador deportivista, Borja Jiménez a la conclusión del encuentro.

El Deportivo tenía que haber defendido con balón, pero lo hizo sin él. Y, además, tampoco aplicó bien esa propuesta defensiva de equipo pequeño. No supo hacer que los minutos pasaran sin que se jugara, como han hecho otros en Riazor (aunque no sea del agrado del público) y desde el banquillo ni siquiera se utilizó el quinto cambio para intentar cerrar el partido con pérdidas de tiempo al verse incapaz de contener a su rival de otro modo. Se quedaron sin entrar al campo Menudo,Calavera, Benito, William y Noel. El míster utilizó dos ventanas para cambiar jugadores y dejó una tercera sin aplicar. Primero entró Aguirre a los 67 minutos y, a falta de seis, en el 84, otros tres: Doncel, Granero y De Vicente. El equipo no cambió.

La SD Logroñés dispuso de ocasiones claras, un par de avisos que no prosperaron, hasta el último, que sí lo hizo. La jugada venía de un saque de banda tras una pérdida del Depor, dos jugadores, Doncel y Villares, saltaron mal a la presión, y los riojanos encontraron pasillo para centrar y para rematar. En el área, en el enésimo centro lateral, el balón superó a Borja Granero y la cazó Ledo, que estaba con Héctor Hernández. Mackay no pudo despejar el cabezazo.

“No podemos defender durante seis minutos centros laterales porque nos puede pasar que nos hagan un gol. Es que el fútbol es así y ha sido muy cruel con nosotros, pero no tenemos que dar opción a que se produzcan esos centros. Tenemos que coger la pelota, tener esa personalidad y que muera el partido, pero nosotros con el balón porque es lo que trabajamos y porque es como sabemos defender”, incidió el míster deportivista, consciente de que la gestión de los últimos minutos no estuvo a la altura, algo que también reconocieron los propios jugadores.

“Nos ha faltado tener la personalidad de decir: ‘la pelota aquí, yo me la quedo, que me hagan una falta, otra...’ Como nos pasó un poco el día del CD Badajoz. Eso nos ha faltado y tiene que ser algo que llevemos grabado a fuego porque es la manera de que los partidos no ocurra nada”, incidió.



Inicio inmaculado


Tras un inicio inmaculado de temporada, el Deportivo de Borja Jiménez atraviesa su primer bache en Primera Federación.

Los blanquiazules, que cedieron el liderato de su grupo en una campaña en la que el primero asciende directamente, afrontan sus primeras dudas.

Comenzaron la temporada con una goleada al Celta B (5-0), ganaron a domicilio, consecutivamente, a Tudelano (0-1) y Calahorra (0-3), se impusieron en Riazor al Badajoz (1-0), y después de esa inmejorable apertura, con cuatro victorias, diez goles a favor y ninguno en contra, llegaron los traspiés.

El primero fue en el Reina Sofía, donde se vieron remontados por los locales al perder la imbatibilidad con dos goles en un lapso de apenas diez minutos. Y el segundo, el empate con la SD Logroñés en el descuento. En ambos partidos, como en los cuatro anteriores, se pusieron por delante. En Riazor, también es cierto, tuvieron ocasiones y dos palos.