La fiebre en Riazor estará en el ambientazo, mientras que en el campo la temperatura del partido la medirá el balón. Oltra quiere un Depor que mande en los partidos, máxime cuando juega en casa. Su plan coincide con el de Mandiá, que busca el control desde un trivote muy consistente por fuerza y calidad. El resultado de su apuesta es un atrevido 4-3-3 que se las verá con un Deportivo que quiere jugar desde la defensa, incisivo en las bandas y que busca constantemente la magia de Valerón para desequilibrar el orden del rival.
La dificultad de ambos será plasmar el plan inicial en goles. En los coruñeses, porque es un mal endémico heredado del descenso al que aún no han encontrado remedio. Ante el Recreativo tuvieron mil ocasiones, pero tuvo que ser Colotto, ausente hoy por lesión, el que decidiese desde la estrategia. En el caso del Hércules, por falta de efectivos. Toté esta lesionado, Aganzo en pretemporada y Urko Vera acaba de aterrizar en Alicante, por lo que el papel realizador recaerá en un Míchel que regresa a Riazor con nueva camiseta y función.
Dos muros.
La dificultad del gol se verá incrementada por la calidad que hay bajo palos. Aranzubía fue el héroe con dos paradas de lujo en el debut liguero. El Hércules, que sufría de lo lindo ante el Cartagena, levantó el vuelo hacia la victoria tras un penalti parado por el ex céltico Falcón.FUENTE AS
