Cuando llegan las últimas jornadas de Liga se nota quién se está jugando la vida y a quién no le va casi nada en ella. Al menos eso es lo que dio a entender la primera parte del Ciutat de València con un Deportivo señorial, dominador absoluto. Las camisetas azulgranas parecían más fantasmas que otra cosa, que diría aquel. Los gallegos tocaban, recibían solos y llegaban con facilidad pasmosa al área rival sin que el Levante fuera capaz de entender lo que le estaba pasando por encima.
Entre dos viejos rockeros como Manuel Pablo y Valerón firmaron el primero de los goles. El canario, que hizo lo que quiso y más durante todo el partido remató sólo en elpunto de penalti. El Levante no reaccionaba y el segundo lo encajó con su propia medicina: una contra llevada por Oliveira y culminada por Pizzi. El portugués hizo el tercero y colorín colorado.
La segunda parte se jugó porque así lo manda elreglamento pero se lo pudieron ahorrar y quedarse como estaban. El Depor espero hasta el 90’ para matar en otra contra con la firma de Bruno Gama y dejar a los gallegos fuera del descenso. Los granotas, más lejos de Europa.via AS. @XALOMONTE