Cuando un equipo está en una tendencia negativa es difícil apearse. Ayer quedó constatado y en evidencia. El Deportivo jugó, posiblemente, el mejor partido de la temporada, siendo protagonista desde el primer minuto y, ni aun así, pudo llevarse los tres puntos en una tarde en la que los mereció.
Entre las bajas y los jugadores como Beto, que no entran en convocatoria por decisión técnica, no había mucho margen de maniobra para confeccionar un once de garantías. Peru pasó a la zona de zagueros, Gaku volvió al equipo y Longo, con Borja Valle, fueron las referencias en la vanguardia coruñesa.
Comenzó el cuadro herculino dominando la pelota ante una presión media del Almería. Los coruñeses intentaban buscar una brecha frente al bien situado conjunto almeriense.
La primera gran diferencia con encuentros precedentes fue el ritmo con el que arrancó el equipo local, siempre encontrando el agradecimiento al esfuerzo por parte de la afición, que premiaba con aplausos la intensidad exhibida en los primeros compases.
Otra diferencia, con respecto a envites anteriores, era la posesión del esférico, que dominaba desde el inicio del choque el plantel coruñés.
Después de varias acciones de ataque, tres córners seguidos, jugadas por las bandas, eso sí, no acabadas, Borja Valle ensayaba, superado el cuarto de hora, con un disparo lejano que detenía sin problemas René. Los primeros quince minutos habían sido del Depor.
Sin embargo, la ocasión más clara llegaba, invalidada por fuera de juego, a los 24’, pero el Almería avisaba. Como los coruñeses tampoco querían descentrarse en retaguardia, el equipo de Pedro Manuel intentaba defender bien, no descomponerse, y buscar su ocasión.
Aketxe probó fortuna en el minuto 33 en un lanzamiento de falta, pero escorado al perfil de un diestro, y no al suyo, zurdo ‘cerrado’. El balón se alojó en las manos de Rubén sin excesivos problemas. El equipo coruñés quería, pero por el momento no podía contra un Almería bien cerrado y con las ideas claras en defensa. La posesión, con un 68% del balón en los pies coruñeses, era el dato clarificador. Seguía controlando el Deportivo.
En el 39 volvía el vasco a lanzar una falta lejana, pero esta vez bien posicionada; a pesar de la distancia obligaba a René a un paradón enviando la pelota a córner.
Siguieron los blanquiazules con la misma idea. Controlar y controlar esperando una ocasión, pero éstas solo llegaban a balón parado. Cuando el esférico superaba los tres cuartos de campo era complicado finalizar los ataques. En este aspecto, las opciones para marcar, no había mucha diferencia con otras tardes, pero sí en el dominio y en la seguridad defensiva de Montero, Peru o los laterales, cuando el Almería intenaba salir con peligro. Con el Depor en el área andaluza se llegaba al descanso, sin goles en Riazor.
Urgencias
El choque se reanudó con una segunda mitad que apuntaba a urgencias por muchos factores de sobra conocidos. El equipo coruñés, atacando hacia la portería de la Torre de Maratón, anunciaba 45 minutos en los que debía marcar las diferencias, pero sobre todo los goles.
Después de un dominio tibio de los galaicos el Almería lanzaba una jugada por el medio del campo en la que volvía a meter el miedo en el cuerpo a la parroquia de Riazor. Los andaluces parecían, incluso, cómodos con su papel, esperanzo un zarpazo, mientras que el Deportivo hacía, básicamente, todo lo que podía.
Llegados a este punto, al Almería, precisamente, le servía el punto. Y en todo caso, mantenerlo para buscar una contra. No quería jugar. El partido entraba en una fase de más tedio, ambos se ‘controlaban’ mutuamente aunque el peso del envite lo llevaba el plantel albiazul.
Sin embargo, Juan Muñoz, a los 62 minutos, enviaba la pelota a la cruceta, con Dani Giménez batido, lo que hacía que Anquela se santiguase (no es metáfora) en el banquillo entonando un ‘gracias a Dios’. Riazor, que había animado bastante a tenor de la temporada que está viviendo, comenzaba a silbar tras ver cómo, con muy poco, el Almería estaba a punto de marcar el 0-1.
Respondía Gaku con un disparo desde la frontal que parecía animar un poco el encuentro. Intentó el equipo dar un paso adelante y acosó todo lo que pudo la meta rojiblanca. Botó varios córners, hizo un par de disparos a puerta y llegó al final del choque esperando un ‘arreón’. Entre el 78 y el 81 los coruñeses botaron cuatro saques de esquina seguidos mientras el Almería se defendía con todo.
Y como a perro flaco, todo son pulgas, en el 85, con el equipo encima de la meta andaluza, Montero era expulsado después de revisar una acción con el VAR por un manotazo a Maras; ayer sí que funcionaba el videoarbitraje... Tras una ocasión para cada escuadra, Aketxe lo intentaba en el 91’ haciendo intervenir a René, que volvía a salvar a su equipo en el descuento en una llegada de Christian Santos.
Así se anunció al final del partido, un final en el que las miserias del Depor volvieron a marcar la tendencia negativa porque, ni mereciéndolo, incluso siendo mejor con diez jugadores, pudo el cuadro herculino ganar un partido que serene el difícil ambiente.