Llevamos un par de semanas aciagas en Riazor con los tiempos
de descuento. Dos rivales a priori champions, Valencia y Villareal, dos grandes
partidos por parte de nuestro equipo, que superó a ambas escuadras en cuanto a
estrategia, ritmo y talento, y dos resultados negativos que no refrendan lo
visto en el terreno de juego. Pero como decíamos la semana, consideramos mejor
perder puntos de esa manera y no con problemas de juego.
Empezó competido el partido, con los dos equipos queriendo
tener el balón y presionando la salida del rival. Pero fue un espejismo, debido
a que rápidamente el Depor tomó el control del partido y del medio del campo y
maniató a un Valencia que no salía con el balón controlado y únicamente colgaba
balones para que Negredo intentara crear jugadas de la nada.
Combinaban perfectamente Cani (novedad en el once), Fajir,
Mosquera, Luis Alberto y Lucas llegando a tres cuartos en numerosas ocasiones y
con peligro hasta que llegó un sensacional pase de Luis Alberto a Lucas que
recortó a Ryan y llevó el delirio a la grada deportivista. Se adelantaba el
Depor con justicia ante un Valencia que no combinaba, ni creaba, ni llevaba
peligro en ninguna acción.
Más de lo mismo en la segunda parte, en la que el Valencia
presionaba y tenía más el balón pero no tiró a puerta hasta el minuto 73 en un
tiro de Negredo. El depor en cambio, llevaba peligro a la contra y pudo
sentenciar un par de veces en dos contras muy claras que no acertaron a
introducir en la portería visitante.
Y alguna más clara tendría si no fuera por otro desastroso
arbitraje, que se traga un flagrante fuera de juego de Lucas y no expulsa una
entrada salvaje a Luisinho casi al final del partido.
Pero, como la semana pasada, no hubo suerte y un despiste en
la concentración del equipo permitió que Parejo centrara tranquilo un balón y
Negredo empatara en el último suspiro.
Muy buen partido del equipo que aunque no gane puntos
recupera muy buenas sensaciones.
FORZA DEPOR