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lunes, 21 de marzo de 2011
RUBEN PEREZ OTRO A LA LISTA DE LOS LESIONADOS
Rubén Pérez acabó el encuentro de ayer ante el Levante con molestias musculares. Este mediodía fue sometido a una ecografía y los Servicios Médicos le han diagnosticado una elongación en los isquiotibiales de su pierna izquierda.
Los galenos blanquiazules ya están en contacto con los médicos de la Federación Española, puesto que el futbolista tendrá que incorporarse a la Selección Española Sub-21 el próximo sábado 26 de marzo, para el partido del lunes 28 en Alcalá frente a Bielorrusia.
DOS SEMANAS DE BAJA PARA LAUREN
El fin de semana deja otra mala noticia además del resultado cosechado ante el Levante, y es que a Laureano Sanabria, “Laure”, se le diagnosticaba esta mañana una rotura de fibras en el semitendinoso de su pierna izquierda que ya se habría originado en el entrenamiento del sábado. “En la última sesión no sabíamos que estaba lesionado, si no no hubiera jugado, el que te marca las sensaciones es el jugador y si quiso jugar es porque se sentía bien y ni nosotros ni él eramos conscientes de lo que le pasaba”, relató el preparador físico.
El tiempo que se estima de baja para el lateral es de catorce días como mínimo, un plazo que puede verse aumentado dependiendo de como evolucione ya que “no todas las personas tienen la misma capacidad de recuperación, pero un par de semanas no se las quita nadie”.
La temporada pasada el madrileño ya disputó algunos partidos con una rotura fibrilar que llegó a alcanzar una profundidad de 8,5 cm.; pero en esta ocasión todo indica que va a tener que descansar. “Lo del año pasado fue un caso muy curioso porque era bastante grave, puede ser que se produjera porque no le afectó a ningun nervio pero aún así nos sorprendió a todos muchísimo”, comentó Franganillo.
Durante los últimos meses este mismo tipo de dolencia ha afectado a varios componentes del vestuario blanquiazul y, en opinión del galeno, las causas pueden ser variadas. “Que te coincidan muchas lesiones musculares en un momento determinado no es por algo en concreto, si no que puede ser por mala suerte o por otro tipo de factores como el genético, el cansancio… Lo que sí es raro es que se acumulen tantas bajas y tan importantes en poco tiempo“, expresó.fuente riazor org
TRES DELANTEROS EN LA ORBITA DEL DEPOR
A dos puntos de la zona caliente, sin capacidad goleadora y con una dinámica que invita al pesimismo. El Deportivo de La Coruña no levanta cabeza y muchos temen acabar la temporada en puestos de descenso.
Pese a todo, Lendoiro es optimista y planifica la próxima campaña contando con que el equipo esté en primera división. Y sí, es consciente que hay muchas cosas que deben cambiar. La primera será el entrenador, ya que Lotina abandonaría Riazor el treinta de junio. La segunda, no menos importante, será la llegada de un delantero.
Si hay un problema que ha acusado el Deportivo los últimos años es la falta de gol. El próximo verano intentarán solucionarlo y buscarán un ariete de garantías. Ahora mismo, y según informan varios medios de comunicación, tres son las opciones que baraja el mandatario blanquiazul.
Hablamos de Javi Guerra, Alex Geijo y Toché, jugadores de Real Valladolid, Granada y Cartagena, respectivamente. Pese a todo, el caso de Geijo es especial, ya que pertenece a Udinese, por lo que el Deportivo deberá negociar con el club italiano si quiere hacerse con los servicios del futbolista.
A priori, el más factible es el de Toché. En Pucela se remitirán a la claúsula de Guerra y no negociarán con nadie, Geijo tendrá muchas novias y será casi imposible para el Depor adquirir al jugador en propiedad. Es por eso que el delantero del Cartagena es favorito indiscutible. Nivel medio, no supondría un fuerte desgaste económico. ¿Te gusta la idea?fuente goal.com
MANTENER LA BENDA EN LOS OJOS O AFRONTAR LA REALIDAD
El fútbol se encargó de mostrar la triste senda por la que atraviesa un Deportivo que sigue acumulando papeletas para ganarse una de las plazas de descenso.
Miguel A. Suárez | A Coruña
Difícil. Es muy difícil tratar de realizar cualquier tipo de análisis tras el pésimo partido que el Deportivo ofreció ante el Levante en Riazor.
El equipo valenciano fue muy superior desde el primer minuto hasta el último, mostrándose como un equipo muy serio que sabe suplir sus notables carencias técnicas a base de un envidiable trabajo táctico, ya que además de las constantes ayudas que sus jugadores ofrecen en ataque, es un placer para el aficionado ver lo rápido que realizan el repliegue de líneas cada vez que pierden la posesión del esférico. ‘Chapeau’ para los granotas.
En el lado contrario, que es el que nos ocupa, el Deportivo volvió a mostrarse como un equipo timorato, sin orden ni criterio y, lo que es peor, completamente indolente. Por momentos, parecía que lo que el equipo estaba disputando era el partido por el tercer y cuarto puesto del Teresa Herrera.
El fútbol fue justo, justísimo, pero aún así fue caprichoso, porque castigó a uno de los pocos jugadores del Deportivo que se salvan de la quema como Aranzubia, ya que un error suyo cerca del final propició el tanto de un Levante que mereció imponerse por una renta mayor.
En el terreno defensivo sólo Lopo estuvo a buena altura, mientras que Antonio Tomás y Juan Rodríguez estuvieron completamente desaparecidos, ayudando poco en la labor defensiva y sin propiciar profundidad al juego del equipo en ataque, aunque bien es cierto que se echó en falta la presencia de un mediapunta capaz de servir balones a los delanteros.
La realidad es que la situación es altamente preocupante y el que quiera seguir con la venda en los ojos está en su derecho, pero la clasificación no miente y el juego del equipo todavía menos. Así las cosas y tras lo visto contra el Levante sólo queda esperar que el equipo reaccione ante al Mallorca, en un partido en el que —ahora sí— el club se juega la vida.
UNO POR UNO:
Aranzubia: 5. Perfecto todo el partido, aunque cometió un error muy grave en el gol. Sin embargo, ese fallo no puede empañar del todo su buena actuación.
Laure: 5. Correcto en defensa y desaparecido en ataque. Se limitó a cumplir y no tuvo grandes problemas por su banda.
Lopo: 5. Fue el mejor en la zaga deportivista. Tuvo que multiplicarse para ayudar a un Colotto completamente desaparecido.
Colotto: 3. El central argentino jugó uno de sus peores partidos de la temporada. Se mostró lentísimo y se jugó de forma absurda un penalti y una posible expulsión.
Manuel Pablo: 2. ‘Manolo’ no regresó con buen pie. Jugar en la izquierda no le favorece y tuvo algunos problemas para frenar las internadas levantinas.
Antonio Tomás: 2. Poco en defensa y nada en ataque. En su línea de los últimos encuentros.
Juan Rodríguez: 1. Completamente desaparecido, fue el peor sobre el campo y el respetable se lo hizo saber.
Rubén Pérez: 4. El único jugador del centro del campo que levanta algún aplauso de la grada. Se entrega al máximo y eso es de agradecer cuando se encuentra tan solo a pesar de tener a dos compañeros para ayudarle.
Guardado: 4. El azteca no está bien, pero al menos lo intenta y eso es lo mínimo que se puede pedir a un jugador. No elude la responsabilidad y quiere el balón, pero debe mejorar, y mucho.
Adrián: 4. Desasistido y poco participativo. En este caso no sería justo criticar su partido, porque apenas le llegaron balones. Aún así, la afición sabe del talento del asturiano y pitó a Lotina cuando, en una nueva ‘lotinada’, decidió sustituirle.
Lassad: 6. El mejor jugador del cuadro blanquiazul. A veces se empeña demasiado en el regate, pero es entendible que un delantero llegue a desesperarse en este equipo. No se escondió y de sus botas salieron las mejores jugadas locales.
Sand: 4. Lotina quería un ‘9’, pero aún no sabemos para qué. El argentino está aislado del mundo, pero demostró que si recibe en el área sabe crear problemas al rival, como hizo en una buena jugada que malogró Juan Rodríguez.
Saúl: 3. Aunque en el tiempo que estuvo sobre el campo se esforzó, no aportó prácticamente nada y estuvo muy lejos de suponer un revulsivo para equipo.
Míchel: 1. Salió a quince minutos del final y no hizo nada destacable. Encima, tuvo la mala fortuna de hacer falta que sirvió para que el Levante se llevase los tres puntos con total merecimiento.
LAS CLAVES:
Jugar o no jugar, esa es la cuestión. El Levante llegó a Riazor y demostró ser un equipo muy serio que sabe a lo que juega. En el caso del Deportivo, seguimos sin saberlo después de 29 jornadas.
LO MEJOR:
Riazor respondió y, por fin, habló. Hacía tiempo que feudo coruñés no contaba con tanto público en un partido disputado un domingo a las cinco de la tarde, pero el equipo no respondió sobre el césped. Durante el partido y al término del mismo, la afición mostró su enfado con el juego desplegado por los de Lotina.
LO PEOR:
Curiosamente, no fue el resultado. Y con esto está todo dicho. Cuando un equipo que se juega la vida pierde y el resultado no es lo peor, es que la imagen ofrecida sobre el terreno de juego invita a ser muy poco optimistas de cara al futuro.fuente riazor org
SE JUEGA CON FUEGO Y AL FINAL...............
Algún día iba a perder el Dépor en casa. Jugaba con fuego fiando todas sus opciones de salvación sólo a sus partidos como local y ayer se quemó ante un Levante superior. Mereció ganar el equipo granota, que dispuso de más y mejores ocasiones. Sólo por obra y gracia de Aranzubia el 0-0 se mantuvo hasta el minuto 90. Una jornada más el riojano estaba siendo, de largo, el mejor futbolista del Dépor sobre el terreno de juego, pero un error suyo a la salida de una falta lanzada por Rubén Suárez le costó la derrota al equipo coruñés. Paradojas del fútbol, que devuelve al Deportivo a la más cruda realidad. Su colchón con el descenso ya es de sólo dos puntos, o lo que es lo mismo, un solo partido. Queda mucho por remar en estas nueve jornadas que faltan. En casa, y también fuera, porque Riazor ya no es infalible. De hecho, nunca lo fue.
Confiaba el Dépor en su solvencia de sus últimos encuentros como anfitrión para poner cerco a la portería de Munúa desde el pitido inicial. Ése era el guión previsto, llevar la iniciativa y cargar con insistencia hasta encontrar el gol, como en los últimos partidos en casa, ante el Villarreal y la Real Sociedad. Sin embargo, el que atacó más y mejor fue el Levante, un conjunto con poco nombre pero con las ideas claras y con mucho peligro con espacios. Por algo llegaba con el cartel de ser el tercer mejor equipo de la segunda vuelta, sólo por detrás de Barça y Madrid. Con Caicedo como referencia, los valencianos supieron quitarle el balón al Dépor y dominaron a sus anchas en el tramo inicial. Dos llegadas claras en los primeros cinco minutos, primero un cabezazo de Valdo y luego un disparo de Caicedo, fueron la demostración de que el Levante no se iba a conformar con el empate.
Es un equipo trabajado el de Luis García. Se repliega rápido sin balón y sabe qué hacer con él cada vez que lo roba. Ayer le bastaron dos o tres pases seguidos para ganar la espalda a la defensa y generar situaciones de peligro. A veces por las bandas, como en un centro de Juanfran que entre Nano y Valdo remataron fuera, y también por dentro. Así volvió a aparecer Caicedo en el minuto 22 para jugarse un mano a mano ante Aranzubia, de nuevo salvador. El riojano tuvo otra intervención decisiva al filo del descanso, cuando rechazó un tiro de Stuani a quemarropa.
Merecía más el Levante ante un Dépor que sólo se sacudió el dominio visitante en la recta final de la primera parte, cuando más aparecieron Guardado, Adrián y Lassad. El tunecino fue el único que acarició el gol en los primeros 45 minutos, con un disparo potente desde la frontal del área que Munúa rechazó a córner. Lo demás fueron tiritos, como un centro chut de Adrián poco antes del descanso. Ni rastro del empuje y la convicción que el Dépor había derrochado en sus últimos encuentros en casa. Esta vez el 0-0 con el que se llegó al intermedio fue un premio para los blanquiazules, porque si alguien mereció irse a la caseta con ventaja fue el Levante. Al Dépor le salvaban los de siempre: Aranzubia y los dos centrales, Colotto y Lopo, de nuevo de lo mejor del equipo. El empate era la única buena noticia para los coruñeses. Ésa, y la lesión de Caicedo, el mejor de los visitantes, que tuvo que ser sustituido.
Algo había que cambiar para aspirar al triunfo, sobre todo meterle más intensidad en ataque. La puso Lassad y también Adrián al inicio de un segundo acto en el que el Levante ya no dispuso de tantas ocasiones como en el primero. Un intento de gol olímpico de Juanlu, al que respondió bien Aranzubia, y un par de disparos de Stuani, que no es ni la sombra de Caicedo, fueron las mejores aproximaciones de los visitantes. El Dépor tampoco es que tuviera muchísima más claridad en los metros finales, pero por lo menos cargó con la suficiente fuerza como para obligar al Levante a tener que dar un paso atrás.
Lotina sentó a Adrián y apostó por Pepe Sand buscando una referencia en el área y algo más de remate. Para ello dio entrada también a Saúl con la consigna de poner centros desde la banda. Pocos envió el asturiano, que recibió la pelota demasiado lejos de la portería contraria. Sólo a balón parado el Deportivo daba cierta sensación de peligro, mientras el Levante, a lo suyo, seguía metiendo el miedo en el cuerpo a la afición coruñesa con rápidas contras lideradas por Montero y Valdo. El partido parecía condenado al 0-0 cuando llegó la pifia de Aranzubia. Él también es humano, aunque a veces no lo parezca, y el bote lo mató en el lanzamiento de falta de Rubén Suárez. 0-1. Justo 0-1. Y en el minuto 90. No había tiempo para milagros.fuente la opinion
EL DEPOR AGUANTO HASTA QUE SE ACABO LA INSPIRACION A ARANZUBIA
El partido de ayer en Riazor duró hasta que se le acabó la inspiración a Aranzubía. Hubo emoción porque el riojano aguantó al Deportivo en el encuentro hasta el minuto 90, momento en el que Rubén Suárez marcó una lejana falta en el único y claro error del portero blanquiazul. Viendo la jugada puede apetecer crucificar a Aranzubía, pero sin sus grandes paradas ante Caicedo, Stuani o Montero, la balanza se habría inclinado hacia el lado del Levante muchísimo antes.
Y es que el gol del delantero asturiano se limitó a hacer justicia a lo que ocurrió desde el minuto uno, aunque eso no siempre ocurre en el fútbol. El Levante se plantó en Riazor con ambición, fútbol y dominio. El Depor, esperando que el factor Riazor asustase al rival, sin tomar la iniciativa y a merced de un fútbol ramplón basado en unos pelotazos largos que nunca complicaron a la concentrada zaga granota. Con esas dos propuestas, Caicedo sólo tardó seis minutos en disponer de la primera oportunidad clara. Nano y Valdo remataron al alimón de cabeza en el área pequeña en minuto 10 un balón que se marchó fuera por no se sabe qué. En el 22' fue Caicedo el que dispuso de un claro mano a mano que desbarató Aranzubía de forma milagrosa. A la media hora fue Juanlu el que remató fuera otro balón franco. Y ya al borde del descanso, la ocasión fue de Stuani, que remató contra Aranzubía cuando la grada ya se lamentaba. Un vendaval, un aluvión de fútbol y ocasiones sin recompensa.
¿Y el Depor? Pues su peligró se limitó a un disparo intencionado de Lassad desde fuera del área que Munúa envió a córner. El resto eran problemas. Manuel Pablo, que volvía muy justo después de una lesión y al que además le tocaba jugar cambiado de banda en la izquierda, vivió un auténtico calvario con Jefferson Montero el día de su renovación. Guardado se perdía solo; Juan Rodríguez, que llegó a jugar en tres posiciones diferentes, tenía la cabeza en otra parte; los mediocentros perdían la batalla por intensidad; Colotto, un central que rentabiliza su oficio, aparecía retratado por su lentitud en algunas jugadas... Y así se podría seguir hasta casi el infinito.
El descanso fue una bendición para el Depor y parecía un punto de inflexión por la desgraciada lesión de Caicedo, el jugador franquicia de los granotas. Lotina cambió a 4-4-2 situando a Adrián de nueve, Lassad de mediapunta y Juan Rodríguez por la derecha. Los coruñeses salieron enchufados, sobre todo por la chispa de Lassad, el único blanquiazul que llevó peligro. Pero fue un espejismo, porque el Levante demostró enseguida que sus números de Champions de la segunda vuelta no son casualidad. Se sobrepuso a la ausencia de Caicedo tras diez minutos de incertidumbre para seguir vapuleando al Depor en lo táctico, anímico y físico. La sepultura llegó en el 90' y la grada de Riazor, que llevaba pidiendo la hora desde el minuto 70, aceptó el golpe con sonoros silbidos. Le tocó poner la guinda a Rubén Suárez, pero por la claridad y número de ocasiones, podía haber sido otro cualquiera.
La salvación. Los tres puntos dejan al Levante al borde de la salvación e igualan el golaverage con el Depor, que había vencido 1-2 en el Ciutat. Pendientes de Caicedo, el futuro pinta muy bien, lo mismo que para el Depor se atisban negros nubarrores. Su fútbol es plano, la estrategia no resuelve siempre, Riazor no asusta a nadie y Aranzubía es humano. El descenso vuelve a estar a dos puntos y la visita del Mallorca dentro de quince días volverá a ser una final. Hay tiempo y hay margen, pero si Lotina y sus jugadores no cambian el rumbo del barco, el destino final serán unos arrecifes a los que se están acercando a pasos de gigante.
Las últimas líneas son para el jugador número 23: Clos Gómez. Algunos árbitros parecen haber caído en el síndrome Mateu Lahoz, pero el colegiado valenciano deja jugar por convicción, no por moda. Clos quiso emularlo y el resultado fue una versión esperpéntica, un arbitraje tan malo como el partido del Deportivo. Calculen.
El detalle: Sergio lo vio desde el palco
Sergio González, que no podía jugar el partido de ayer por lesión, viajó con la expedición del Levante y vio el encuentro en el palco de Riazor, junto a varios de sus ex compañeros como Valerón o Riki. La presencia del pivote tenía su morbo después de los conflictos con Lendoiro, sentado varias filas más abajo, para cobrar el dinero que le adeudaba el Deportivo.fuente as
PARTE MEDICO DE LAURE
La resonancia magnética realizada hoy lunes por la mañana a Laure revela una rotura de fibras en el semitendinoso de su pierna izquierda.
Laure se lesionó en el entrenamiento del pasado sábado en El Mundo del Fútbol, justo antes de recibir al Levante.
El canterano estará unos días con tratamiento médico, de fisioterapia y con trabajos de readaptación deportiva.
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