El Deportivo y el Celta avanzan esta temporada por Segunda División
a paso de récord. Los dos equipos gallegos mandan en la tabla con una
de las puntuaciones más altas de la década, únicamente superada por el
Valladolid de José Luis Mendilibar que ascendió con dos meses de
antelación en la campaña 2006-07.
Ambos equipos copan los dos
primeros puestos después de un inicio de campaña un tanto tibubetante,
especialmente en el cuadro blanquiazul, que acusó en el inicio el trauma
del descenso pero que tras el derbi de Riazor ha metido la directa sin
que ningún otro equipo, aparte del Celta, haya sido capaz de seguir su
estela, aunque con los pucelanos muy cerca.
El equipo de José
Luis Oltra encajó cuatro derrotas en las ocho primeras jornadas y sumó
tres empates y un quinto triunfo en las ocho siguientes, pero desde la
jornada 16 únicamente el Sabadell y el Girona han sido capaces de frenar
su impulso. En la vigésima se alzó el Deportivo con el liderato y desde
entonces se ha mostrado poco menos que intratable.
Los
coruñeses han pulverizado, de hecho, sus mejores registros históricos en
Segunda División. La marca más llamativa ha sido la de victorias
consecutivas. Nada menos que nueve triunfos enlazó el cuadro
deportivista, de la decimoséptima a la vigesimoquinta jornada arrollando
a todos a su paso. Pero además, el equipo de Oltra fue capaz de estar
once jornadas consecutivas sin perder, con un nada despreciable botín de
diez triunfos y un empate, es decir 31 puntos de 33 posibles. Desde
entonces ha encajado dos derrotas, curiosamente frente a equipos
catalanes de la zona media y baja de la tabla. Pero a la derrota sufrida
en Sabadell le han seguido tres triunfos consecutivos, y la de Girona
se produjo entre dos victorias, frente a rivales de la zona alta, como
el Córdoba y el Murcia.
El rendimiento del Deportivo ha sido
especialmente espectacular en Riazor, que se ha convertido en un bastión
prácticamente inexpugnable. En el estadio coruñés, el equipo de Oltra
ha sumado la friolera de 46 puntos. Apenas se ha dejado tres frente al
Hércules, el único equipo que ha conseguido derrotarle a domicilio y dos
frente al Nástic de Tarragona, otro equipo de la zona, que consiguió
rebañar un empate a dos goles. En la actualidad acumula doce victorias
consecutivas en casa.
El Celta algo mejor, pero ha ido
alternando rachas victoriosas con malos momentos. Arrancó el grupo de
Herrera con tres triunfos consecutivos que lo situaron entre los
primeros de la tabla, pero en los siguientes seis partidos sufrió dos
derrotas y dos empates que lastraron un tanto su trayectoria. Corrigió
sin embargo el rumbo con otros tres triunfos seguidos antes de plantarse
en Riazor como tercer clasificado. El Celta llegó al derbi como tercer
clasificado, aunque con los mismos puntos que el Deportivo (23), a la
sazón, quinto. Fue en este momento cuando los herculinos comenzaron a
tomar ventaja. El Celta pagó, de hecho, un elevado peaje en el derbi. A
la derrota frente al eterno rival siguieron otras dos, frente al
Hércules y el Barcelona B que encendieron las alarmas, a pesar de que
ninguno de los tres equipos se mostró superior en el campo al conjunto
de Herrera. Pero el Celta no solo se rehizo, sino que desplegó en ese
difícil momento su mejor fútbol. Tanto que el equipo de Herrera fue
capaz de sumar una impresionante racha de trece partidos consecutivos
sin conocer la derrota (once triunfos y dos empates) que le valieron un
botín de 35 puntos de 39 posibles y que confirmaron al conjunto de
Herrera como el máximo goleador de la categoría y uno de los más
efectivos de la década frente al marco contrario.
Semejante
racha llevó a los de Herrera a rebufo del Deportivo, al que llegó a
tener hace unas jornadas a tiro de piedra. La derrota sufrida en Las
Palmas seguida de un empate en Huesca han permitido sin embargo al
equipo coruñés mantener una renta de cinco puntos sobre los celestes
(siete a expensas de lo que ocurra con el duelo suspendido en Cartagena)
en vísperas del clásico de Balaídos, un partido que puede servir al
Celta para recortar distancias y al Deportivo para despegarse de modo
casi definitivo en pos del ascenso. Posiblemente, el clásico gallego
volverá a marcar tendencia.
A expensas de lo que suceda estará
el Valladolid, tercero en discordia, que el sábado podría superar a los
celestes si vence al Huesca en Zorrilla, aunque los de Herrera tienen
todavía pendiente el encuentro de Cartagena. La victoria le volvería a
conceder la segunda plaza con dos puntos de ventaja.fuente OC
@XALOMONTE