Translate

domingo, 16 de abril de 2017

LA PORTADA DEL DXT


ESTA VICTORIA DA TRANQUILIDAD

Joselu, que mandó callar al público tras marcar, cabecea en esta acción para marcar el 1-0 de cabeza | quintana
Joselu, que mandó callar al público tras marcar, cabecea en esta acción para marcar el 1-0 de cabeza | quintana
El Depor tenía que ganar y ganó. Por encima de valoraciones, de jugar bien o mal, se trataba de conseguir una victoria tan esperada como básica para ‘casi’ certificar la permanencia en Primera.

El encuentro comenzó con dominio alterno, un Málaga bien posicionado que hasta osó disparar a puerta primero y un Deportivo muy espeso. Sin generar juego y menos ocasiones, el conjunto de Pepe Mel transitaba por la medular intentando buscar pases para Joselu o profundizando por la banda de Juanfran. Pero no conseguía ni tan si quiera crear ‘aviso de peligro’. El Málaga se defendía con mucho criterio y los blanquiazules se topaban una y otra vez con el muro andaluz.

Se llegó al ecuador de la primera parte sin disparos entre los tres palos, solo con dos intentonas de ambas escuadras y con la sensación de que había que hacer muchísimo más para mover el marcador. Con Florin Andone y Emre Çolak en el banquillo, el Depor intentaba jugar más por las bandas que por el centro, donde los defensas del conjunto costasoleño defendían cada acción como si fuera la última.

También el Depor tenía en Sidnei a su particular ‘cortatodo’ y se erigía en el mejor de los herculinos a tenor de sus certeras acciones defensivas impidiendo las contras del Málaga. El conjunto ‘boquerón’ gozaba del dominio de la pelota y trenzaba e hilaba muchos pases, pero en el momento en el que se acercaba al área aparecía el brasileño acabar la jugada. A los 29 minutos de partido llegaba el primer disparo entre los tres palos del partido, pero no era del Depor, sino del malagueño Rosales. Un trallazo a media distancia que encontraba una respuesta acorde de Lux, embolsando y ‘blocando’ la pelota. Era la constatación evidente de que el Deportivo no tenía el balón, no generaba juego y menos, obviamente, ocasiones.

Mel mandó en ese momento cambiar de costado a Bruno Gama y a Kakuta intentando que los juagadores penetrasen en el área. Justo después de esa permuta Bruno Gama habilitaba para Carles Gil, que disparaba de primera a puerta obligando a una buena intervención de Kameni. Segundo disparo del partido entre los tres palos pero esta vez, por fin, era del Deportivo.

Los últimos minutos de la primera parte vieron cómo el envite se abría un poco más, ambos conjuntos estiraban sus líneas y las llegadas a las áreas se sucedían cada poco tiempo.

No obstante las delantersas sucumbieron a las defensas y el resultado al llegar al tiempo de descanso fue el del inicio del encuentro. Sin goles y con poco fútbol en general tras una primera parte demasiado tediosa para un estadio que presentaba una fenomenal imagen.

La segunda comenzó de la mejor manera posible, con un remate inapelable de cabeza de Joselu. El delantero gallego recibía un centro de Luisinho (con la derecha) y se elevaba entre los defensas girando la cabeza perfectamente y marcando el 1-0.

El Málaga estiró sus líneas para responder cuanto antes al desequilibrio en el marcador y se fue con decisión al ataque. Los papeles habían cambiado y el Depor podía ahora buscar las salidas a la contra.

Sin embargo bastante tenía el conjunto de Mel defendiendo ante las embestidas del cuadro andaluz. De hecho, los de Míchel comenzaron a embotellar al rival en su área.

El entrenador blanquiazul retiró a Joselu del campo, quien no entendió las razones, sobre todo porque acababa de marcar. Así se lo hizo ver cuando abandonó el terreno de juego. Andone, su sustituto, gozó de una gran oportunidad para el 2-0 a los pocos segundos de acceder al verde de Riazor. El Málaga también hizo sus modificaciones para tener todavía más control del encuentro mientras los herculinos presionaban en la medida en que las fuerzas les dejaban para no meterse en su área de manera descarada.

Mel volvió a dar una vuelta de tuerca al partido con la entrada de Mosquera por Bruno Gama, conformando una terna de mediocentros con Kakuta, Gil y Andone listos para recibir balones largos en posibles acciones de contraataque. A los 66 minutos el coruñés marcaba el 2-0, siguiendo una jugada a la que llegaba Andone. Carles Gil tocaba lo suficiente para que Pedro anotase el tanto de la tranquilidad.

El Málaga rozó el gol con un trallazo de Camacho que se fue al larguero en el minuto 80, pero la historia del partido estaba escrita y era una victoria para un Depor que acertó en sus ocasiones y defendió con oficio para ganar. De eso se trataba. Solo de ganar.VIA IG.