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domingo, 2 de mayo de 2021
GOLEADA Y ALIVIO
Lleva el apellido de la Federación, pero el Deportivo es de Primera. En algunos aspectos, por desgracia no en el futbolístico, sería incluso de Champions. Por ejemplo, en afición. No le ha dado la espalda por más que el equipo lo haya merecido durante buena parte de la temporada. Arropado por 5.000 gargantas en el Estadio Abanca-Riazor, el equipo coruñés no alargó la agonía esta vez y confirmó su presencia en la nueva categoría de bronce.
No oculta el fracaso de esta campaña, pero al menos, es un alivio. No hace mucho (partido con el Pontevedra en la primera fase), había riesgo de perder una categoría, incluso dos. Al menos, sigue a un peldaño del fútbol profesional, la meta que el Consejo de Administración pretende conseguir el próximo curso. A partir de ahora, con una última jornada que para el Depor, afortunadamente, es intrascendente, el club debe mirar al futuro. Llegó el momento de empezar a tomar decisiones, de cerrar la renovación de Rubén de la Barrera, de renegociar contratos, de abrir la puerta a los que, como dijo el presidente, se quieren ir, y se proyectar un equipo que la próxima temporada no fracase.
Tres fueron los cambios, uno obligado por la lesión de Keko, que introdujo el técnico para un partido decisivo. Héctor Hernández, Rayco y Raí suplieron al madrileño, a Borges y a Salva Ruiz.
Había ganas en el Deportivo. Los blanquiazules no querían aplazar más el objetivo de la Primera Federación. Demasiado sufrimiento, malos ratos y penurias había pasado el deportivismo en los últimos tiempos como para condenarle a jugársela en Soria. Esta vez resolvieron con un cierre digno para un año nefasto. Cierto que con otro formato podría hablar de otras cosas a estas alturas, pero no es menos cierto que todos los equipos, el Depor también, sabían lo que había.
El ímpetu inicial de los blanquiazules no amilanó a su rival, bien organizado, pero sirvió a los deportivistas y a sus aficionados para confiar en sus propias capacidades, para creer que era el día, que no se podía escapar el billete para la nueva categoría de bronce. A los cuatro minutos, la primera para mostrar el camino, un remate fuera de Miku. El venezolano disfrutó de sus mejores minutos con el Deportivo.
Con todo, los coruñeses abusaron de la conducción, les pudo la precipitación, no había continuidad en el juego en tres cuartos de ataque. El Langreo pretendía jugar con los nervios de su rival. David disparó a los nueve minutos y Mujaid tapó el lanzamiento para que Lucho no tuviera que emplearse.
Las decisiones de los jugadores de ataque no fueron las mejores en el primer cuarto de hora. Aun así, Raí comprometió a Denis con un disparo duro que sacó el guardameta del conjunto asturiano a córner.
El Deportivo mejoró con el paso de los minutos. Lara, en una de sus largas conducciones, fue objeto de falta en la frontal y Rayco ejecutó con suspense. El balón se fue a unos centímetros de la portería. Fue el preludio del tanto del Deportivo. Subió Héctor Hernández, mucho más profundo que Salva Ruiz, y en el área, delicatesen de Miku, un toque sutil, de espuela, para aclarar el partido para el Deportivo antes de la media hora. El internacional venezolano recorrió la banda en su celebración, pasó por delante del banquillo y se fundió en un abrazo con su compatriota Ricardo González, consejero del Depor hasta hace un par de meses, en la Tribuna del Estadio de Riazor.
El equipo coruñés acababa de conseguir lo que se antojaba más complicado, perforar a un Langreo rocoso, que se asomó al área deportivista con un disparo centrado de David que atajó Lucho García sin problemas. La respuesta del Deportivo fue inmediata, de nuevo con Miku en una tarde de inspiración venezolana. Él solo se la guisó a pase de Bergantiños, controló en el área, se le fue un poco, pero se recompuso ante Gonzalo, disparó con la derecha y el guardameta del Langreo sacó a córner con una gran estirada.
Así llegó el descanso, que no rompió el ritmo del Deportivo. Regresó con contundencia, con una falta sobre Lara que colgó Héctor Hernández y cabeceó Borja Granero ante la salida en falso de Denis. Ni siquiera se había cumplido el primer minuto del segundo acto. El equipo había encarrilado definitivamente el partido.
Miku ratificó que era un gran día para él. Lejos queda aquel delantero que falló todo lo habido y por haber en Riazor en un partido de Copa del Rey a mediados de diciembre. Interceptó un pase, habilitó a Rayco, este a Lara y el sevillista careció de puntería en el área. Allí no fallo el ‘7’ blanquiazul en un pase filtrado por Rayco a los 63 minutos.
De la Barrera le sentó para que Adri Castro tuviera minutos. También dispuso de ellos Borges, que coló en la escuadra una falta directa. La puntilla la puso el delantero de Cambre para completar un día de alegría que, aun así, no compensa todos los sinsabores de la temporada.
El deportivismo no tendrá que sufrir más. A Los Pajaritos llega con el objetivo secundario cubierto. Es tiempo de reflexión, de decisiones, de futuro, de crear un equipo capaz de empezar a devolver al club y a la afición adonde merecen estar, que no es, desde luego, la tercera categoría.
5-Deportivo: Lucho García; Bóveda (Valín, m.83), Mujaid, Granero, Héctor; Rayco, Bergantiños (Gandoy, m.83), Villares; Lara (Borges, m.73), Miku (Adri Castro, m.70) y Raí (Nacho González, m.84).
0-Langreo: Denis; Miguel Santos, Gonzalo, Alain, Chus Puras (Strambo, m.70); David Iglesias (Rabii, m.55), Adrián Llano (Álvaro, m.77), Marenya, Álvaro Muñiz (Jorge Hernández, m.55), Ketu (Abel, m.70); y Allyson.
Goles: 1-0, M.29: Miku. 2-0, M.46: Granero. 3-0, M.63: Miku. 4-0, M.76: Borges. 5-0, M.92: Adri Castro.
Árbitro: Alexander González González, del Comité tinerfeño. Mostró amarillas a Gonzalo (m.20) y Adrián Llano (m.26), del Langreo.
Incidencias: Partido de la quinta jornada del Grupo 1D de Segunda B disputado en el Estadio Abanca-Riazor ante 5.000 aficionados.
FIÑ DE LA AGONÍA A TIRO
Con el regusto dulce del aldabonazo moral que ha supuesto el empate (1-1) de ayer entre Racing de Ferrol y Numancia en A Malata, el RC Deportivo no debe dejar escapar la oportunidad de garantizar su plaza en la Primera RFEF del próximo curso 21-22 doblegando esta tarde en Riazor a un desmotivado Langreo.
Los herculinos, de esta manera, pueden poner punto final a una temporada para el olvido, en la que al menos acarician ya un premio menor como es la clasificación para la categoría ‘Pro’; todo ello sin tener que aguardar a una última jornada de infarto el próximo domingo en Los Pajaritos ante el tercero del grupo en discordia, el Numancia, quien amenazaría con enviar a los coruñeses al averno de la Segunda RFEF.
El cuadro herculino, que hace tres fines de semana se vio sorprendido por el conjunto asturiano en su feudo de Ganzábal, pretende resarcirse de este tropiezo y del insuficiente empate cosechado el pasado fin de semana en su visita a otro modesto astur como el Marino de Luanco (0-0).
Los tres puntos de esta tarde en Riazor ante la mejor entrada de la temporada (5.000 espectadores) serían el mejor bálsamo posible para un ejercicio agónico, en el que la escuadra dirigida por Rubén de la Barrera —tras el relevo de Fernando Vázquez— no ha podido cumplir con las expectativas creadas acerca del ascenso directo y ha tenido que conformarse con evitar el descenso al cuarto peldaño del fútbol estatal.
El preparador blanquiazul tendrá que recomponer su entramado ofensivo tras la lesión de un futbolista determinante como Keko Gontán, talismán esta campaña. Además, Borja Galán tampoco podrá estar reforzando la parcela de ataque y el central Derik está de baja hasta fin de curso.
En este sentido, con una línea defensiva prácticamente idéntica a la de las últimas semanas (Héctor dispone de papeletas para salir de inicio en lugar de Salva Ruiz), una de las mayores novedades será la inclusión de Lara en el once, después de las molestias físicas padecidas a lo largo de la semana.
Por delante del trivote herculino (Bergantiños, Villares y Borges), por la derecha actuará el extremo cedido por el Sevilla, mientras que por la izquierda el brasileño Raí tiene todo en su mano para salir de inicio, flanqueando al máximo goleador del equipo, el internacional venezolano Miku.
En el banquillo de la suplencia esperarán su turno para poder ayudar al equipo los delanteros Beauvue y Adri Castro, así como Rayco o el mediocentro internacional nigeriano Uche Agbo.
El Langreo, por su parte, ha hecho énfasis a lo largo de la semana de preparación del envite de hoy en la palabra “competir”. Y es que sin opciones para colarse entre los dos primeros del grupo, el modesto asturiano al menos pretende ofrecer una buena imagen en el municipal coruñés.
El técnico Ángel Rodríguez arrastra tres ausencias por lesión como las de Fontaine, De Baunbag y Xurde.
Riazor, con 5.000 incondicionales en las gradas, podría respirar aliviado en caso de que se imponga la lógica y que el Deportivo no desaprovecha la excepcional oportunidad que se le presenta. El acceso a la ‘Pro’ no puede escaparse esta tarde. Sería demasiado cruel para el deportivismo.