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lunes, 12 de septiembre de 2022
CARNERO HACE PLENO PARA EL DEPOR
A más de 30 grados en el césped, el Deportivo sacó adelante su primer partido de la temporada como visitante con un zurdazo de Raúl Carnero a diez minutos del descanso. El lateral obtuvo el premio a la insistencia (ya lo había buscado ante el Linense). Sufrió el equipo en la segunda parte, pero logró salvar el triunfo con más oficio que la temporada pasada, no sin dificultad ni sufrimiento.
El técnico del Deportivo sorprendió con el único cambio que introdujo en la alineación ante el Mérida respecto al que había presentado en el estreno de la temporada frente a la Balompédica Linense. Kuki Zalazar se situó en la punta del ataque en detrimento de Gorka Santamaría. Un fichaje por otro. El hispano-uruguayo había avanzado por la semana, en su presentación, que él se sentía cómodo como ‘9’. Por el extremo avanzó Víctor Narro, que mantuvo su plaza en el once a pesar del esguince de tobillo que le había lastrado por la semana.
El Deportivo tiene la ventaja de que sus piezas están ensambladas desde la temporada pasada, pero el inconveniente de que le conocen los rivales. Positivo porque los automatismos están adquiridos y negativo porque los rivales le conocen, saben sus puntos débiles y los explotan.
El Mérida, como la Balompédica Linense, tenía claro el plan de contención para contrarrestar al Deportivo. El recién ascendido a Primera Federación, que venía de una semana sin fútbol (partido aplazado ante el Talavera en la segunda jornada), juntó líneas, esperó al conjunto coruñés, esperó el error y contraatacó con la velocidad de Viñuela, Copetre y Sandoval. Pronto, a los siete minutos, le dieron el primer aviso a los blanquiazules, sin consecuencias, con un disparo de Viñuela desviado.
Ese fue el guion de partido de los extremeños. Con él insistieron. Chutaban cerca del área del Deportivo, sin pensarlo dos veces, acabando jugadas, sin importar el éxito o fracaso. El Deportivo, en cambio, prefirió sobar el cuero, mimarlo, tocarlo, pasarlo, sin encontrar espacios, sin buscar portería, hasta que el reloj avanzó en el Estadio Romano y se situó casi en el ecuador del primer acto, cuando provocaron el primer córner los coruñeses con un disparo de Víctor Narro.
La muy necesaria pausa de hidratación, hacia la media hora, fue aprovechada por Borja como si se tratara de un tiempo muerto de baloncesto. El abulense había dado muestras de desacuerdo con los movimientos de sus jugadores en los minutos que habían transcurrido. Pizarra en mano corrigió posiciones.
Al Deportivo le sentó bien ese ‘break’ porque tras el paréntesis apareció el atrevimiento de Quiles para disparar desde la frontal y provocar un saque de esquina. En él, los coruñeses reclamaron un penalti, pero no importó porque la acción continuó, el balón le llegó a Raúl Carnero y el lateral lo empaló casi sin carrerilla, con la zurda, cruzado, por el medio del grupo de jugadores que estaban entre él y el portero del Mérida, que vio cómo se le colaba por la izquierda. El lateral, en su regreso al equipo de su corazón, ya suma un gol, ya ha podido señalar y besar el escudo que primero defendió en el campo (5 partidos con el primer equipo), después en la grada, y ahora, más de un decenio después, de nuevo en el césped.
Cambios y desajustes
El técnico optó por un par de cambios en el intermedio. Olabe suplió a Bergantiños en la medular y Rubén Díez, a Zalazar. Quiles pasó a la punta del ataque, con el 21 en la derecha. Al equipo no le sentaron bien las permutas.
El Deportivo fue un equipo largo, dejó espacios y el Mérida estuvo a punto de aprovecharlos, primero con un dos contra uno tras un error de Olabe y una transición mal defendida. Poco después, otra mala cobertura descosió al equipo herculino, Viñuela penetró en el área, buscó el pase pero encontró el cuerpo de su par y se convirtió en un disparo que repelió el poste.
Carrusel de amarillas
De una primera parte sin amarillas se pasó a un carrusel de amonestaciones en el segundo acto. Al Depor le mostraron dos en la misma jugada, una a Olabe y otra a Jaime.
El Mérida pidió penalti a los 71 minutos en una caída de Copete ante Lapeña, con un insuficiente contacto, y, tras la segunda pausa de hidratación, el Deportivo introdujo nuevas permutas con la entrada de Gorka Santamaría. Soriano se movió un poco a la derecha, Rubén Díez se adjudicó la izquierda e Isi reforzó el centro del campo. El Deportivo quería defender con balón.
Lo consiguió durante unos minutos, pero acabó perdiendo el control y dando opciones a su rival. Ibai Gómez por Mario Soriano fue el último cambio en el Deportivo. El vasco se situó en la derecha. Para amarrar la victoria, el equipo tuvo que sufrir incluso en el descuento con una falta sobre Lolo Plá, innecesaria, jugándose el penalti. La barrera desvió el lanzamiento de los extremeños y el equipo coruñés pudo celebrar la victoria.
FICHA TÉCNICA:
0- Mérida: Montoya; Pipe, Nacho González, Erik, Álvaro Ramón (Llacer, m.82); Meléndez, Luis Acosta (Kamal, m.82), Artiles (Carlos Cinta, m.82); Viñuela (Larrubia, m.59), Nando Copete y Sandoval (Lolo Plá, m.59).
1-Deportivo: Mackay; Antoñito, Lapeña, Jaime Sánchez, Raúl Carnero; Villares, Bergantiños (Olabe, m.46); Quiles (Isi Gómez, m.78), Soriano (Ibai Gómez, m.86), Narro (Gorka Santamaría, m.78); y Zalazar (Rubén Díez, m.46).
Gol: 0-1, min.35: Raúl Carnero.
Árbitro: Manrique Antequera, del Comité Andaluz. Mostró amarillas a Luis Costa (m.60), Artiles (m.68) y Viñuela (m.68), del Mérida; y a Olabe (m.65), Jaime (m.65) e Isi Gómez (m.89), del Deportivo.
Incidencias: Partido de la tercera jornada de la Primera Federación en el Estadio Romano José Fouto de Mérida ante 2.929 espectadores