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jueves, 22 de octubre de 2020

OCHO CANTERANOS EN LA SESIÓN A PUERTA CERRADA EN RIAZOR


El Deportivo se ejercitó ayer a puerta cerrada en el Abanca Riazor y contó en sus filas con un total de ocho canteranos a las órdenes de Fernando Vázquez y el resto de su cuerpo técnico.

La novedad la protagonizó el canterano  Álvaro Pérez Campos ‘Trilli’, un defensa (que puede ejercer tanto de central como de lateral) de categoría juvenil y que esta temporada se entrena diariamente con el Fabril de Juan Carlos Valerón.

Pendiente del filial
El de Castrofeito está muy pendiente del filial. En varias ocasiones en Abegondo, si coinciden ambos escuadras trabajando, primer equipo y Fabril, no es raro ver a Vázquez atendiendo, en ciertas fases del entrenamiento del Deportivo, que llevan el resto de su cuerpo técnico, al trabajo del filial herculino.

Los habituales
Al nombre de un canterano que es también un peso pesado dentro de la plantilla, como es Álex Bergantiños, y a Mujaid, que se consolidó en el primer equipo en el segundo tramo liguero el curso pasado, se ha unido este año el de Gandoy, con ficha del primer equipo, el atacante Adri Castro, que fue convocado ante el Salamanca UDs, aunque con ficha del Fabril, el meta Pablo Brea y Juan Rodríguez, habituales cada día en entrenamientos e incluso partidos del equipo.

Enfermería
Salva Ruiz que había terminado con molestias ante el cuadro charro, completó otra sesión con el grupo sin problemas y apunta al once el domingo contra la SD Compostela.

La única ausencia por lesión fue la de Héctor Hernández, que tiene una pequeña molestia en la zona cercana a la ingle y será, prácticamente con total seguridad, baja para el encuentro en el Vero Boquete.

Rui Costa sigue con su puesta a punto, tras superar sus problemas musculares y Diego Rolan, en Uruguay, está arreglando su permiso de trabajo.

LA PORTADA DEL DXT


 

OBJETIVO:DE 42 A 54 PUNTOS



El Deportivo sumó el pasado fin de semana los primeros tres puntos de una primera fase de la temporada en la que debe acercarse al pleno de puntuación por cómo es esta campaña el formato de Segunda División B.

Así lo ha venido advirtiendo el propio preparador blanquiazul consciente de que la exigencia es máxima por la desigualdad intrínseca al modelo elegido por la Federación Española de Fútbol en esta atípica campaña en la categoría de bronce.

No todos los subgrupos son iguales, pero los equipos se llevarán a la segunda fase de la temporada los puntos que hayan sacado en la primera. En un mundo ideal en el que el nivel de todos los subgrupos fuera el mismo, supondría, a priori, un sistema igualitario, pero en la práctica, no es así.

El míster blanquiazul lo ha explicado por activa, pasiva y perifrástica, incluso  poniendo ejemplos prácticos sobre lo que puede suceder.
Por ejemplo, que el Deportivo sume los 54 puntos posibles de la primera etapa del campeonato y aventaje a los equipos que le acompañarían a la segunda fase con una ventaja mínima de seis puntos al segundo o de 12-14 con respecto a los mejores del otro subgrupo, lo que le permitiría allanar su clasificación para las eliminatorias posteriores.

Lo que dice el entrenador es compartido por el resto de protagonistas. Los jugadores también han asumido ese discurso de que el margen de error es mínimo. Pero también son el rival a batir por la historia que representan, por el escudo que lucen en la camiseta, y eso supone una motivación para los rivales. Es el partido del año para ellos, o al menos así lo ven en la plantilla blanquiazul.

A pesar de ser conscientes de todo eso, el Deportivo estuvo a punto de ceder los primeros puntos de la temporada el pasado sábado en el estreno ante el Salamanca. No hubo goles en la primera mitad ante un equipo que se posicionó bien en el césped del Estadio Abanca-Riazor y que aguantó toda la primera parte sin recibir goles con su sistema de cinco defensas y las líneas juntas. El Deportivo encontró vías de agua al inicio de la segunda mitad con un testarazo de Beauvue y, después de ceder el empate, se llevó el partido a la desesperada en el descuento. 

El partido sirvió, como asumen en el vestuario, para darse cuenta de lo que les espera esta temporada: rivales replegados y mucho trabajo para romper los partidos. Se requiere ritmo, velocidad en el juego, que es la mejor fórmula para hacer valer la superioridad técnica de la plantilla deportivista, porque en eso están un peldaño por encima.

La primera parte del campeonato son 18 partidos y Vázquez ya ha analizado los puntos de otras temporadas en la categoría de bronce.
Las primeras vueltas, con un partido más que este año (19 en vez de 18), suelen finalizar en la horquilla de los 38-42 puntos en la mayor parte de los grupos.

Así que no es difícil estimar cuál es el objetivo que debe marcarse el Deportivo. Acabar esta fase en la que se enfrenta a equipos gallegos, salmantinos y zamoranos con una puntuación que se sitúe entre 42 y 54, lo que supone, como mucho, un margen de cuatro o cinco partidos sin lograr el triunfo. Pero esas son cuentas a largo plazo que tampoco deben presionar al Deportivo a estas alturas. La recomendación, como siempre, el partido a partido. Ya se vio lo que pasó hace unos meses.