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lunes, 30 de septiembre de 2013

SUSTO Y DOS GOLES

El punta demostró en Alicante su facilidad para marcar. Firmó dos tantos, los mismos que en Sabadell. Al final tuvo que pedir el cambio por un calambre en un gemelo

30.09.2013 | 02:37
Borja es retirado en camilla tras sufrir un calambre en un gemelo. / lof
Borja es retirado en camilla tras sufrir un calambre en un gemelo. / lof
Borja Bastón volvió a demostrar ayer la fama de cazagoles con la que llegó a A Coruña. Marcó dos tantos, los mismos que en Sabadell, prácticamente en sus dos primeras intervenciones. Su acierto de cara a puerta sirvió para dejar encarrillado el partido a las primeras de cambio, pero no solo aportó en la faceta ofensiva sino que también presionó a los defensas del Hércules y peleó todos los balones.
Dos goles y un susto final, cuando a falta de un cuarto de hora para la conclusión tuvo que pedir el cambio por un calambre en un gemelo. Tras el encuentro, el madrileño se mostró "muy contento" por su acierto anotador pero "sobre todo por la victoria del equipo, que es lo más importante".
Borja destacó que el Dépor estuvo "bastante bien en defensa" y se mostró dispuesto a ampliar su cuenta particular. "Espero que caigan más goles y ayudar al equipo, que es lo más importante", señaló a Radio Coruña Cadena SER.
El calambre en un gemelo por el que tuvo que abandonar en camilla el césped del Rico Pérez no le debería impedir jugar el sábado contra el Mirandés, aunque según informó el club "los servicios médicos aguardarán a la evolución en las próximas horas". Si al final es baja, Luis jugaría en punta.via OC.@xalomonte

HERCULES--0 DEPORTIVO --2 BASTON BASTON

 Omar Bello |  29 de Septiembre de 2013 (20:44 h.)

Si una palabra parecía adecuada para definir al Depor que esta mañana se presentaba en el Rico Pérez de Alicante, esa era irregularidad. Un histórico del fútbol español, recién descendido por segunda vez en tres años, y que porta a sus espaldas una mochila cargada, casi a partes iguales, de títulos y deuda, de gloria y drama. Un equipo tan capaz de golear sin despeinarse a domicilio al Sabadell como de caer de la forma más inocente ante Murcia y Córdoba, ante la perplejidad de los habituales 28.000 hinchas que demuestran cada quince días en Riazor que el fútbol no entiende de categorías, solo de sentimiento.
La duda era saber que Depor tocaba esta mañana. Y por suerte, tocó el Depor bueno. El que se sitúa a la perfección en el campo, sin desajustes, con la precisión táctica de un reloj suizo. Un equipo con alma de toque, que lleva la esencia del buen fútbol en las botas de Juan Domínguez, el alumno aventajado del mago Valerón, y que, esta mañana sí, encontró en otro Juan Carlos a un socio de lujo. A eso, hay que sumarle que la defensa funciona y que, aunque nadie lo diría tras lo sufrido en verano, hay delantero. De los de verdad. De los que ya están desmarcados antes de que el asistente piense el pase, de los que las pelean todas y de los que rematan hasta una piedra si se les centra. Y además, tiene clase y talento. Se llama Borja Bastón, y solo le falta algo en lo que se va a doctorar esta temporada: experiencia.
Porque el Depor siempre tuvo el partido tan controlado, o quizás más, que el Hércules. Y para ganar partidos en Segunda, a veces es necesario solo con un par de chispazos, esos que parecen fáciles cuando aparecen pero que en innumerables partidos brillan por su ausencia. Eso que en fútbol se paga tan caro, lo que marca la diferencia. Y el Depor lo tiene, porque tiene a Borja. Como ya hizo en Sabadell, donde enchufó dos goles y mandó otro balón a la madera, la chispa la puso él. Primero, al asociarse con Juan Carlos y batir al meta del Hércules en un mano a mano. Como los grandes, sin ponerse nervioso, de la forma más efectiva y difícil: la fácil. Desmarque, control, disparo, y gol. Simple. Perfecto.
Su segundo gol, minutos después, fue menos preciosista, pero sirvió para ejemplificar algo que a veces parece que los equipos olvidan: para marcar, hay que tirar. Borja recibió un saque de banda de espaldas, se dio la vuelta ante el central y chutó. Un trallazo cargado de fe, que golpeó en un zaguero y se clavó en la red. Imposible para Falcón.
El Depor ya tenía casi todos los ingredientes necesarios para ganar. Le faltaba utilizar uno, el de la fortuna. Y para eso apareció un ex de la casa. Al filo del descanso, un balón perdido tocó la mano de un soberbio Álex Bergantiños, que a este paso será el central titular cuando estén todos disponibles, y el arbitró señaló el punto de penalti. Dioni mandó el cuero a la estratosfera.
En la segunda parte, el Depor, pese a ser un equipo joven, tiró de galones y veteranía. Así, Luis provocó nada más entrar al campo la expulsión por agresión de Escassi. La victoria llegó sin sufrimiento, pero no sin fantasmas. Un calambre, un simple calambre, de Borja Bastón nos recordó a todos que este Depor, tan bueno cuando funciona, no tiene fondo de armario. Una bofetada de realidad que, aún así, no debe ser hoy noticia. Porque hoy el Depor jugó, ganó y convenció. Como lo que es, como uno de los grandes de la categoría. Con Bastón de mando.

Ficha Técnica
Hércules: Falcón, Ferreiro, Escassi, Borja Gómez, Peña, Yuste, Sissoko (Assulin, m.46), Sardinero (De Lucas, m.46), Font (Portillo, m.46), Eldin, y Dioni.

Deportivo: Lux, Laure (Kaká, m.56), Manuel Pablo, Álex, Insúa, Juan Domínguez, Wink, Juan Carlos, Culio, Arizmendi (Seoane, m.56) y Borja Bastón (Luis, m.75).

Goles: 0-1, m.23: Borja Bastón. 0-2, m.34: Borja Bastón.via StadioSport.