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sábado, 18 de diciembre de 2010

DEPORTIVO -SPORTING



























Depor y Sporting afrontan esta tarde un duelo de alta tensión. Los visitantes, porque son penúltimos y un tropiezo en Riazor podría significar el fin de la era Preciado. Su continuidad en el banquillo depende del resultado, pero también de la imagen que dé su equipo en A Coruña. Ocho partidos sin ganar son muchos y el parón navideño permitiría a Vega Arango negociar con calma con Marcelino, aunque el cese no es la decisión que más le apetece al presidente.

En el Depor el estrés no afecta al entrenador, sino a un vestuario que en el entrenamiento de ayer vivió un episodio bochornoso con la pelea entre Antonio Tomás y Urreta. Los dos se han quedado fuera de la lista, aunque Lotina dice que la decisión era previa al cruce de puños. Si él lo dice...

Fuera de la tensión espera un partido apasionante, con dos rivales que tienen argumentos a los que agarrarse. El Depor, porque cuenta sus tres últimos partidos en casa por victorias, con siete goles a favor y un Aranzubía que ya acumula 431 minutos sin recoger un balón de sus redes en Riazor. La defensa de cinco funciona y si el Depor gana, se irá de vacaciones tan contento, con un rival por la permanencia a nueve puntos.