Es
una de las estrofas del himno del Atlético de Madrid hecho por el gran
Joaquín Sabina y que consideramos ni que pintado para tal ocasión. En
los últimos años, el Atlético de Madrid era el pupas de Primera
División, todo lo que le podía salir mal siempre así era y hasta llegó a
descender a Segunda División. Mala suerte, mal juego, errores y un
equipo que no rendía pese a tener grandes jugadores, y eso es lo que nos
ocupa en estas dos últimas jornadas en A Coruña
Un equipo
que maravilló en la primera vuelta, que consiguió 27 puntos y que rozaba
puestos europeos, se ha metido en una espiral de mala suerte, malas
decisiones y falta de actitud para convertir una buena temporada, en una
temporada desastrosa que puede tener tintes de pesadilla en estas dos
últimas jornadas.
Nos quedan
dos partidos, Villareal y Real Madrid, y la sensación en el ambiente
que no se va a sumar en ambos partidos, por lo que la afición se
desespera por la impotencia de depender de derrotas de otros equipos
para no volver a un abismo que estaba muy lejos hace no muchas semanas.
Y es que
este equipo no transmite que se juegue la vida, lo transmitieron el
sábado el Sporting y el Granada, así como hoy el Espanyol, que salieron a
matar sus partidos y no así el Depor que salió con brío pero sin
destrozar a un equipo claramente inferior.
Empezó el
partido con el Depor presionando y con ganas de mandar en el envite,
pero sin un dominio claro y con pocos acercamientos al área rival. Hasta
que Luis Alberto pudo cambiar el partido en un tiro desde fuera del
área que sacó con una buena mano Guaita. Siguió el Depor con garra ante
un Getafe perdido en el partido pero con un esquema muy ofensivo (solo
Lacen de mediocentro) y en otra ocasión del Depor un error de Fede (el
único con ganas e intensidad) que perdió un balón que recuperó el Getafe
y que culminó Pedro León en una contra en la que pudimos haber cerrado
con una falta táctica, pero no somos así.
La segunda
parte fue un calco de la primera, un quiero y no puedo del Depor que
culminó con un par de manos de Guaita, y una contra del Getafe que
finalizó en un córner y del que vino el segundo gol del Getafe en un
grave error de la zaga del Depor. Y por supuesto, unos minutos antes,
Clos Gómez decidía dejarse notar y expulsaba a Borges con una segunda
amarilla muy rigurosa que le quitó las pocas oportunidades que le
quedaban al Depor (si bien es cierto que probablemente no hubiera
cambiado el signo del encuentro).
Quedan dos finales, solo esperamos que nuestro equipo así las considere…
Una ciudad, un sentimiento
FORZA DEPOR, VIA 21NOTICIAS