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martes, 3 de marzo de 2020

LA PORTADA DEL DXT


AGUACERO Y RECUPERACIÓN PARA LIMPIAR LA MENTE

El Deportivo retomó los entrenamientos después del empate ante el Lugo en la trigésima jornada de Segunda División. Lo hizo en una mañana pasada por agua en la Ciudad Deportiva de Abegondo y con una sesión de recuperación para los titulares del choque con el otro gallego de la categoría de plata. Fue la forma de limpiar la mente antes de ponerse en faena para preparar el partido con el Almería.
Tras unos minutos en el vestuario y mientras fuera llovía a mares, los deportivistas pisaron el césped de la Ciudad Deportiva, primero los suplentes y un poco más tarde, los titulares.
En este último grupo, dos ausencias. Faltaron el guardameta Dani Giménez y el centrocampista turco Emre Çolak.
El portero, como en las últimas semanas, baja la intensidad en los primeros días de trabajo para recuperarse de las molestias que arrastra en el pubis y que empezaron por la rodilla, como él mismo explicó hace unos días.
Tras el partido con el Lugo, el guardameta se refirió a la evolución de esa dolencia que le acompaña en las últimas jornadas, pero que no le ha impedido estar a disposición de su entrenador.
“Estoy mejor, va respondiendo bien la lesión, aún con un poquillo de dolor en los golpeos, pero es aguantable, no como en otros partidos que sufrí demasiado. Poco a poco avanza en dirección correcta”, indicó Giménez.
Çolak también se quedó en el vestuario tras el esfuerzo del partido con el Lugo. El club no le ha incluido en el parte médico, por lo que está en condiciones para competir en Almería.
El Deportivo presenta dos bajas a estas alturas de semana, la de larga duración de Michele Somma y la del lateral Salva Ruiz, que lleva varias sesiones con el grupo.

EL DEPORTIVO PIERDE EL EFECTO SORPRESA

El Deportivo ha perdido el efecto sorpresa, ese que, de la mano de Fernando Vázquez y el sistema de cinco defensas, le permitió salir del descenso (tras haber sido colista muchas semanas) y empezar a ver posible la promoción de ascenso, a la que ha dejado de mirar después de haber sumado dos de los últimos nueve puntos. Su batalla es la de la permanencia.
El equipo, como han dicho sus jugadores y el técnico, ha perdido ese “glamour y caché” que le dio la brillante reacción que firmó en el inicio de la segunda vuelta, con seis victorias seguidas y la que había conseguido en el último partido de la primera, el de la despedida de Luis César Sampedro.
Con ese pleno de 21 puntos parecía que se iban a “salir de la clasificación”, en palabras de su actual entrenador, y el Deportivo incluso soñó con luchar con el ascenso después de haberse visto con pie y medio en Segunda B, aunque públicamente mantuvo, en líneas generales, el discurso de la permanencia como objetivo.
El primer varapalo llegó ante el Girona en el Estadio Abanca-Riazor en el séptimo partido con Fernando Vázquez al frente de la plantilla: el Deportivo ganaba 2-0 y ya se veía a un encuentro del playoff. Así lo reconoció ayer el centrocampista Vicente Gómez.  Pero los gerundenses rescataron el empate con goles del uruguayo Cristhian Stuani y el Deportivo bajó de la nube.
Después, se produjo la primera derrota de la era Vázquez, ante el Zaragoza en La Romareda, donde el Deportivo plantó cara hasta que se quedó con diez por la expulsión del japonés Gaku Shibasaki (3-1).
El domingo, los blanquiazules tampoco pudieron imponerse al Lugo, un rival directo en la lucha por la permanencia, y sumaron un punto (0-0) que acabaron dando por bueno con esa máxima futbolística que reza que “cuando no puedes ganar, mejor no perder”.
Y es que una derrota ante el otro gallego de la categoría de plata habría supuesto que el Lugo le adelantara y que el equipo coruñés volviera a las posiciones de descenso, que sigue teniendo a dos puntos. El punto le ha servido también para conservar la mínima ventaja que tiene con respecto al Albacete, que, eso sí, cuenta con un partido menos por los minutos que debe disputar con el Rayo Vallecano (el partido estaba empatado).
Vázquez reconoció que parece que los rivales le han cogido el “truquillo” al Deportivo y se mostró consciente de que el equipo necesita “evolucionar”, principalmente en ataque, después de haber logrado coser la defensa con el sistema de cinco zagueros. En todo caso, ve a los suyos preparados para dar ese paso adelante.
Y es que al conjunto coruñés se le ha apagado la luz a partir de tres cuartos de ataque y ante el Lugo su único recurso fue el mismo que en la primera vuelta, los golpeos de Aketxe a balón parado. El vasco, que atraviesa un momento lúcido tanto en la estrategia como en el juego dinámico, puso en problemas al portero rojiblanco, pero no logró marcar. A su lado, Emre Çolak firmó un flojo encuentro para lo mucho que se espera de él. Anotó, pero en fuera de juego, precisamente, tras un excepcional pase de Aketxe desde la banda derecha.
Además, la dosis de fortuna que le acompañó en algunos partidos igualados y que le sirvió para ampliar la serie de victorias, como en Albacete, tampoco la está teniendo ahora. Sabin Merino, que empezó su etapa como blanquiazul con registros históricos, cortó su racha goleadora con la lesión muscular que sufrió y desde que reapareció no ha vuelto a marcar. El delantero está abarcando muchos metros, quizás demasiados, y no pisa tanto el área rival.
A todo eso se le unió ante el Lugo la demora en los cambios. Vázquez no movió el banquillo hasta que quedaban menos de diez minutos. En rueda de prensa reconoció que no lo veía claro y que en las permutas no estuvo acertado. Desequilibró al equipo al quitar a Vicente y tuvo que corregirlo posteriormente con un centrocampista.
En todo caso, la perspectiva, echar la vista atrás, a cuando estuvo a nueve puntos de la permanencia, apoya a los que dan por buena la permanencia en una temporada que ha sido muy complicada para el Deportivo, en peligro de descenso a Segunda B durante muchas jornadas (sigue estándolo, pero en una situación mucho más favorable).
El Deportivo debe certificar ese objetivo con otras cinco victorias en doce partidos para alcanzar esos cincuenta puntos que aseguran la continuidad del equipo en el fútbol profesional.