El Deportivo inició el curso 2010-11 flirteando con los puestos de descenso en los que se vio sumido en la quinta jornada tras sumar tres puntos en esos inicios. De hecho hasta el noveno partido fue incapaz de anotarse la primera victoria, fue ante el Espanyol (3-0), triunfo que encadenó con otro en el campo del Levante (1-2). Fue la única vez en toda la temporada que sumó seis puntos en dos partidos consecutivos. Este arranque, con cierta consistencia en casa, le permitió llegar al ecuador de la competición con los deberes hechos (21 puntos), pero le faltó regularidad y volvió a hacerle un guiño al descenso.
El conjunto blanquiazul vivió una temporada más o menos plácida en el final de la primera vuelta, circunstancia que le permitió asentarse en el decimosegundo puesto, el más alto alcanzado durante este curso, hasta que inició de nuevo el descenso. Hubo picos hacia arriba, pero la inercia dejaba al equipo en la zona de peligro, de la que parecía que iba a salir, lo hubiera conseguido con la victoria en Gijón, donde Estrada Fernández lo impidió, con la victoria en el Nou Camp ante un Barcelona relajado o con un triunfo el sábado ante un Valencia de vacaciones o eso parecia. Incluso bastaba un gol en este último encuentro, pero no llegó.
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