Actualizado 20 Diciembre 2012 - 03:36 h.
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el empate sin goles ante el valladolid obliga al deportivo a la victoria esta noche quintana
Habría que empezar a escribir la previa del partido de esta noche con una pregunta, ¿cuántos apuestan por una victoria del Depor en Cornellá? Hay un pesimismo tan nefasto como difícil de digerir por los últimos acontecimientos deportivos y económicos. Un mar de intranquilidad global. Podría decirse que el Deportivo es una especie de espejo de la sociedad.
Los herculinos saltarán hoy al campo ‘periquito’ sabiendo que, de perder, serán más colistas, de empatar seguirán abajo y de ganar podrán respirar, pero sólo respirar. Se han metido en un lío porque el Espanyol juega en su feudo y viene de pescar un punto en el último lance nada menos que en el pantano del Bernabéu. Es un compromiso muy complicado el de esta jornada.
El equipo arroja muchas dudas. Se ha mejorado un poco pero, como su entrenador dice, “no da”. A veces compite cuando Oltra aprieta la famosa ‘tecla’ pero en otras es más intensa una partida de tute que un partido del Deportivo.
La cuestión es saber si el empate ante el Valladolid será un comienzo de la escalada o un ‘más de lo mismo’. Más de lo mismo es no ganar al ‘vicecolista’ de la Liga en su casa siendo tú colista y llevando dos victorias de 16 partidos. Un desastre.
La previa viene marcada por las dudas y bastante rabia contenida en varios sectores del deportivismo porque ven que no hay un cambio rotundo, una victoria. El Deportivo necesita los tres puntos esta noche. Hacen falta ‘como el comer’, y además necesita dejar a un par de equipos, cuanto antes, vencidos por los tanteadores particulares. Quedan muchos partidos, dicen los jugadores. Hay que hacer muchos puntos, es la realidad.
Hacen falta, al menos, otros 30. Echen cuentas con 76 en juego. Si no se empieza a ganar de tres en tres la salida del túnel se irá alejando. El Deportivo no puede llegar a la segunda vuelta con el objetivo de tener que conseguir más de la mitad de los puntos en juego. Además faltan el Málaga en Riazor y la Real en Anoeta para completar este primer tramo liguero. Si hoy no se gana al colista el paso atrás será largo y muy complicado de recuperar.
La sensación del otro día en Riazor no fue todo lo buena que el deportivismo quisiera. Se pudo ganar, se falló lo ‘infallable’, se pudo perder en los segundos finales. El partido está muy reciente para intentar extraer sólo lo positivo, sumarle la actitud competitiva necesaria y salir a por los tres puntos.
El no encajar, las manos salvadoras de Lux, la vuelta de Marchena y Nélson Oliveira, ver a Pizzi por detrás de la punta, contar con Salomao. Hay una serie de argumentos positivos en el choque ante el Valladolid que han de ser extrapolados al de esta noche para acompañarlos de todas las virtudes posibles para ganar de una vez. Los negativos, las bajas de última hora de Zé Castro y Laure, aquejado de una lumbalgia al despertarse de la siesta.
De antemano parece que el Deportivo llega un poco más ‘jorobado’ que el Espanyol con el mexicano Aguirre dando aire a los barceloneses en el banquillo a base de ‘aguirrina’. Es un partido para poner un triple en la quiniela aunque, como deportivistas, los seguidores blanquiazules sólo piensan en los tres puntos en juego tan necesarios para seguir luchando. Se trata de eso, de seguir luchando como se luchó en la temporada 2007/2008. Costó mucho salir del pozo y el Depor no lo hizo a la primera jornada. Se ganaba y no se subían puestos por la igualdad hasta que se rompió la Liga. Es otra de las cuestiones ésta de ‘romperse la Liga’ digna de un repaso aunque sea a vuela pluma. Cuando llega el final de la primera vuelta o, como mucho, al inicio de la segunda, varios equipos se quedan en el pozo hasta el final.via IG. @XALOMONTE
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