Actualizado 27 Diciembre 2012 - 02:00 h.
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oltra, en riazor, en uno de sus últimos encuentros en el que perdía (2-3) ante el betis ac
El presidente del Deportivo habló hace unos días con su entrenador, José Luis Oltra, para desearle unas buenas fiestas pero, además, ponerle al corriente de una complicada situación, la de su futuro inmediato como técnico blanquiazul.
El partido contra el Málaga, finalmente, será la fecha tope si el equipo no consigue la victoria. A los jugadores no les queda más remedio que ganar si no quieren quedarse sin técnico.
Esta forma de actuar de Lendoiro no es nueva. Antes de tomar la decisión esperará a que sea el estadio, los seguidores, los que muestren su disconformidad con el técnico en caso de que el equipo no gane. El presidente, como todos en el club, ha hecho cuentas de lo que le resta al Depor en la Liga y se ha dado cuenta de que los números mandan al equipo directamente a Segunda División.
pasan las jornadas
Quedan dos jornadas para finalizar la primera vuelta. El día 5, sábado, el Deportivo jugará contra el Málaga y posteriormente se medirá a la Real Sociedad. El futuro de Oltra pasa por vencer en casa. Es posible que pudiera tener más oportunidades de seguir de esta forma. Si cae o empata el estadio herculino no aguantará más.
El empate ante el Valladolid y la derrota frente al Espanyol han dinamitado la poca fe que le quedaba a la parroquia blanquiazul en su técnico y agotado el crédito entre los que dan las órdenes en la Plaza de Pontevedra.
Después del encuentro contra el Valladolid de hace dos jornadas algunas personas muy cercanas al presidente deportivista ya pusieron de manifiesto sus ideas sobre la continuidad de Oltra. Fueron unos cuantos los que le aconsejaron que el preparador valenciano no debería ni tan si quiera sentarse ante el Espanyol.
Con el proceso concursal en mente y con la asamblea del pasado día 21, el presidente entendió que debía aguantar al técnico en el cargo esperando que el cuadro herculino saliese victorioso del envite ante el equipo espanyolista.
decisión -
Antes de tomarla, el presidente esperará a lo que dictamine la afición coruñesa
El 2-0 en Cornellá-El Prat y, sobre todo, la sensación de que lo que hace el Deportivo no llega para conseguir tres puntos, han resquebrajado por completo la seguridad que antes tenía el presidente coruñés.
Hay que tener en cuenta que el Deportivo necesita 32 puntos para conseguir los 44 que, en principio, asegurarían la permanencia. Por delante hay rivales como Barcelona, Madrid, Atlético, que son inalcanzables. El conjunto coruñés, que sólo ha ganado dos partidos de diecisiete, necesita diez victorias para asegurarse la permanencia. Son muchas a tenor del rendimiento mostrado hasta la fecha y la sensación que hay en la Plaza de Pontevedra es de que con Oltra no se van a conseguir.
Parece que sólo un milagro puede salvar la cabeza del técnico levantino porque se la juega ante uno de los equipos más difíciles y potentes de Primera, el Málaga de Pellegrini.
Si el Deportivo no ha sido capaz de ganar al Sevilla o al Betis jugando de igual a igual la tarea de imponerse al cuadro andaluz parece cuando menos muy complicada.
Los malacitanos son una de las mejores escuadras del campeonato liguero y se encuentran en lo alto de la tabla clasificatoria, con 21 puntos sólo a dos del Real Madrid, que es tercero.
Los de Pellegrini llevan, además, sólo doce goles en contra y se han convertido en la escuadra que menos tantos ha encajado en la Liga, con cuatro derrotas, cuatro empates y nueve victorias. La situación desahogada les dará un plus en el partido de Riazor donde el que se la juega es el Deportivo y su entrenador.
No es la primera vez que Riazor dicta sentencia sobre el futuro de un técnico. Lo hizo en su día con Marco Antonio Boronat, repitió con John Benjamin Toshack y volvió a hacerlo con Carlos Alberto Silva. Puede que en la noche de Reyes le toque al cuarto técnico que destituiría Lendoiro desde que llegó al Deportivo.
Ni que decir tiene que todo el deportivismo espera que en lugar de un 0-2 sea un 2-0, luego se gane en San Sebastián y se empiece a mirar hacia arriba. El caso es saber si en esta vuelta al trabajo tanto el cuerpo técnico como los jugadores llegarán con la autoestima suficiente como para sacar al Deportivo del abismo en el que se encuentra.VIA IG. @XALOMONTE
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