Actualizado 08 Noviembre 2012 - 02:29 h.
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Lendoiro interviene en la última junta de accionistas del Deportivo javier alborés
La Agencia Tributaria atosiga al Deportivo, le apremia y le obliga a movilizar toda la maquinaria para intentar evitar su entrada en el concurso de acreedores, un paso que Augusto César Lendoiro, presidente del club, siempre ha despreciado basándose en un concepto de solidaridad con los acreedores de la entidad.
La amenaza de Hacienda ha estrechado el cerco sobre el Deportivo, pero el club se resiste. Su objetivo pasa por encontrar una solución distinta a la de acogerse a la Ley Concursal.
En este sentido, la entidad herculina trata de pactar un nuevo acuerdo con el erario público para que así se puedan levantar los embargos que pesan sobre el club y poder tener liquidez para afrontar el día a día.
Si no hay un nuevo pacto fiscal, el club se vería abocado a solicitar de forma voluntaria la entrada en concurso ante la imposibilidad de afrontar los pagos pendientes por falta de ingresos.
Y es que Hacienda le ha embargado los ingresos extraordinarios que le llegan: derechos de televisión, patrocinio, publicidad estática en el estadio de Riazor y la taquilla de los partidos que allí se disputan, entre otros.
nuevo pacto -El Deportivo busca un nuevo pacto fiscal que impida el embargo
Con ese obstáculo se necesitaría algo más que un milagro para lograr la supervivencia de un club que, según las cuentas que presentó a los socios en la última asamblea, la de diciembre del año pasado, debía 34 millones al fisco.
La presión de Hacienda se ha acentuado en los últimos tiempos, especialmente desde que la delegación de A Coruña es la encargada de llevar la gestión del cobro de los impuestos que debe abonar el Deportivo.
El club siempre ha mantenido la idea de hacer frente a sus obligaciones. No hace mucho, Lendoiro presumía de que el Deportivo siempre cumple, aunque muchas veces lo haga tarde.
El dirigente ha tratado a lo largo de los últimos años evitar que los administradores concursales se hagan cargo de la entidad. Incluso llegó a decir en abril de 2011 que sería una “vergüenza” tener que acogerse al concurso de acreedores. Pero entonces ya intuía el peligro. Si los acreedores ahogaban al club, el Deportivo no tendría vía de escapatoria.
Y ese escenario es el que se plantea ahora con el embargo de Hacienda. Si la Agencia Tributaria no alivia la presión al club, Lendoiro parece no tener otra salida que esa.VIA IG. @XALOMONTE
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