Regresó el Deportivo a los entrenamientos tras dos días de descanso angustiado por las bajas que acumula la plantilla en vísperas de la visita a Riazor del amenazante Valladolid, lanzado en la clasificación y a cinco puntos de la cabeza que ocupan los blanquiazules. Con las bajas por sanción de Bruno y Colotto y la incertidumbre sobre el estado de los lesionados (Aranzubia, Salomão, Riki y Aythami) no parece el mejor momento para el partido ante los del exdeportivista Miroslav Djukic, en estado de gracia e inmersos en una dinámica de victorias que les ha permitido auparse al segundo puesto de la tabla. El panorama, sin embargo, ofrece síntomas de optimismo para aquellos a los que la derrota en Almería enfrió los ánimos.
Guardado y Zé Castro, ambos ausentes el pasado sábado ante los almerienses, están ya disponibles para el entrenador y ayer completaron sin problemas el entrenamiento con el que la plantilla retomó el trabajo y comenzó a preparar el partido ante el Valladolid. Los dos apuntan al once titular y alivian así los problemas de José Luis Oltra para confeccionar el equipo el domingo en dos posiciones claves. El portugués acompañará en el centro de la defensa a Rochela si el técnico se decanta por la opción más natural y el centrocampista se intercambiará en uno de los costados con Saúl, Pablo Álvarez o Salomão, dependiendo de su evolución.
El portero continúa al margen y tampoco entrenará esta mañana en Abegondo, según los servicios médicos del club. El guardameta riojano saltará al césped el viernes para comprobar qué sensaciones tiene.
Los servicios médicos no han descartado todavía al portugués para el partido ante el Valladolid, a pesar de que ayer no se entrenó en Abegondo. Su presencia depende de la evolución que manifieste estos días.
Zé Castro se reincorporó ayer al trabajo junto al resto de sus compañeros después del golpe en el tobillo que sufrió en el partido frente al Hércules y que le impidió viajar a Almería.
El central no estará en disposición de entrar en la convocatoria ante el Valladolid y continúa haciendo trabajo de readaptación. Ayer saltó al césped para correr unos minutos en compañía de Riki.
El mexicano se entrenó con normalidad después de que unas molestias musculares le privaran de jugar la última jornada. Guardado aliviará así los problemas en la banda del equipo por la baja de Bruno.
El delantero no llegará a tiempo para jugar ante el Valladolid. Riki continúa recuperándose de la lesión muscular que sufrió en el partido ante el Celta y áun no se ha reincorporado al trabajo con el grupo.fuente OC. @XALOMONTE
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