Agapito Iglesias, máximo accionista y presidente del Zaragoza, inició el 31 de agosto de 2009 una guerra contra el Deportivo, tan gratuita como costosa. El dirigente aragonés hizo ese día efectivo el pago de dos millones, correspondientes al primer plazo, por la recuperación de Ángel Lafita, estimado en tres millones si hacía efectiva la opción antes del 30 de junio. Había anunciado el día antes -29 de junio- que el futbolista volvería al Zaragoza, pero no realizó el abono en la Liga del Fútbol Profesional (LFP) hasta la última fecha de agosto, justo cuando se cerraba el plazo de fichajes. De esta forma Iglesias debilitaba a un adversario directo, privándolo de un jugador importante, y le impedía capacidad de maniobra para suplir esa baja.
El Deportivo consideró que al recibir el abono en agosto entraba ya dentro del segundo plazo, por lo que el Zaragoza tendría que pagar 3,5 millones, es decir, le quedaban pendientes 1,5 millones, en vez del millón que decían los aragoneses. El Juzgado de Primera Instancia número 9 de A Coruña le dio la razón la pasada semana a la entidad blanquiazul, que ahora reclama el descenso del Zaragoza. El cruce de caminos que se da en la vida permite que se puedan producir situaciones para la revancha. Parece que es el caso. Hoy el club coruñés hará efectiva la solicitud de la apertura del expediente disciplinario de la LFP al club aragonés, como paso previo al descenso administrativo.
La sentencia que obliga al Zaragoza a pagarle al Deportivo 1.480.000 euros significa, según el club blanquiazul, que tiene razón en su consideración de que la tramitación de la licencia de Lafita para la temporada 2009-10 era improcedente, por lo que su alineación fue ilegal. De ahí que la asesoría jurídica haya presentado la oportuna reclamación judicial y está a la espera de que la Audiencia Nacional decida si hubo alineación indebida del jugador durante los 30 partidos que jugó con el Zaragoza en esa temporada. Si los jueces le dan la razón de nuevo al Deportivo, se entendería que al final de ese año tendría que haber descendido, y como no sucedió así tendrá que ser antes de que empiece la temporada, ya que si en el curso recién finalizado no tendría que haber participado en Primera División. Ya este año Ángel Torres amenazó con solicitar el descenso del equipo maño por impago e incluso solicitó, sin éxito, que se le aplicase la ley concursal.fuente la opinion
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