Ya se han ido y muchos no volverán. La plantilla del Deportivo se ejercitó ayer por última vez en Abegondo, en una sesión dirigida por José Luis Ribera a la que asistieron medio centenar de seguidores con ganas de animar hasta el final bajo el lema Siempre juntos, equipo más afición, en Segunda o donde sea. Tras el ensayo, futbolistas y técnicos recogieron sus efectos personales y comieron juntos en un restaurante cercano a la ciudad deportiva. A continuación se marcharon para iniciar sus vacaciones, todos con la lógica incertidumbre por saber cuál será el nuevo proyecto del Dépor en Segunda y varios jugadores sin tener ni siquiera la certeza de que volverán.
Lopo, Juan Rodríguez, Antonio Tomás y Adrián acaban su vinculación en junio, al igual que Manu, Juca, Desmarets, Míchel, Rindaroy, Xisco, Sand o Javito. Otros, como Aranzubia, Zé Castro, Colotto o Riki, tienen contrato en vigor pero si llegan ofertas lo suficientemente interesantes podrían salir este verano. También Andrés Guardado, ya en su país para preparar con su selección la Copa Oro.
Guardado no descarta seguir
A su llegada a Ciudad de México, el zurdo aseguró que si al final tiene que jugar en Segunda con el Dépor lo haría "encantado". "Ni yo sé qué es lo que puede pasar. Tengo un año más de contrato y obviamente mi ilusión es quedarme en Europa. Me debo al Deportivo, en Europa fue el que me abrió las puertas, y si al final yo termino jugando en A Coruña, pues encantado", afirmó a la prensa mexicana. Guardado también se refirió al "trago amargo" que le ha tocado vivir por el descenso: "Es algo difícil de explicar, es una situación muy complicada para un futbolista y ahora quiero dejar un poquito atrás el trago amargo que acabo de pasar, aunque sé que siempre se aprende de las cosas malas".
Fue, el de ayer, un entrenamiento atípico, sin duda el más triste de los últimos veinte años. Cuando el Dépor vuelva al trabajo, para lo cual todavía no hay fecha, será para preparar su retorno a Segunda División. Lo hará con una plantilla que se parecerá muy poco a la que ayer bajó la persiana en Abegondo. Como mínimo, habrá diez caras nuevas para recomponer el plantel con la esperanza de conseguir el ascenso al primer intento. Antes de cerrar altas, el club deberá anunciar quién será el próximo entrenador del Deportivo.fuente la opinion
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