Se sabía que el Levante había mejorado mucho su juego respecto a la primera vuelta, pero los aficionados deportivistas no estaban preparados para lo que se vio durante la primera mitad. Ni Lotina. Fueron 45 minutos de dominio abrumador, de principio a fin, en el que si el resultado fuera de 0-3 a nadie le habría extrañado. El vasco preparó un trivotazo en el centro del campo que solo se dedicó a ver de cerca el juego granota.
Juanlu y sobre todo Jefferon Montero bailaron al son que ellos impusieron y de sus botas llegaron las mejores ocasiones visitantes. Fueron de todos los colores, pero sobre todo una de Caicedo y otra de Stuani ya en el descuento salvadas milagrosamente por Aranzubia con los pies impidieron que se rompiese la igualada. También Valdo de cabeza pudo romper la barrera riojana pero picó demasiado su cabezazo.
Por parte deportivista, solo algún chispazo de Lassad y nada más. Cero patatero. Munúa solo intervino una vez al principio del partido para despejar un disparo del tunecino y el resto del tiempo se dedicó a disfrutar con el juego de su equipo. En la segunda mitad las fuerzas se igualaron, aunque seguía siendo el Levante quien llevaba el peso del choque. Lassad y Stuani se repartían las ocasiones, más claras para el levantino y Lotina dio entrada a Sand por Adrián, un cambio muy protestado por la grada, como fue el de Saúl por Rubén Pérez cuando todo Riazor pedía la salida de un Juan Rodríguez desastroso.
También entró Míchel para dar descanso a Guardado pero nada cambió y el partido fue decayendo sin más incidencias hasta el final, solo enturbiado por otra parada de Aranzubia a tiro de Xisco. Parecía que todo estaba ya dicho, pero una falta absurda en el minuto 90 la transformó Rubén Suárez con un trallazo que Aranzubia no acertó a despejar. Un gol que hacía justicia y que castigaba a un Dépor que recogió lo que sembró.fuente riazor.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario