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miércoles, 24 de noviembre de 2010

ENTREVISTA A SEOANE

















La temporada pasada debutó en Primera con el Dépor y esta parece ser la de su consolidación como jugador de la primera plantilla. Su entrada en el once inicial ha coincidido con el resurgir blanquiazul en Liga, en el que Seoane es pieza clave. Y eso que lo hace jugando por la izquierda, cuando él es lateral derecho, y dejando en el banqullo o en la grada a Morel y Rindaroy, que fueron fichados este verano para, en teoría, ser titulares.

Parece que ya nadie discute la titularidad de Seoane en el Dépor. Poco más se puede pedir...
Desde pequeñito siempre tienes en la imaginación llegar al primer equipo, y ahora que ha llegado la oportunidad solo queda aprovecharla.

¿Te sientes titular?
No. No creo que nadie sienta eso. Hay que trabajar día a día para ganarse ese puesto.

¿Estás cómodo jugando en una posición que no es la tuya?
Bueno, la de carrilero es una posición que me encanta. Eres defensa, sí, y tienes que hacer bien ese trabajo, pero el carril te da la oportunidad de destacar más. En el fútbol actual, el lateral bueno y el que más destaca es el que ataca bien.

En verano hubo un desfile de fichajes para tu puesto: Morel, Rindaroy, Stopira… ¿no te desanimaste?
Yo hice la pretemporada y no había nadie. Llegaron tres de golpe, pero yo seguí a lo mio, porque siempre trato de superarme y de hacerlo lo mejor posible

Pero siempre llama la atención que un canterano juegue por delante de los fichajes. ¿No se han integrado bien Morel y Rindaroy o es consecuencia de una mala planificación?
Ambos son extranjeros y Rinda tiene la barrera del idioma, pero están perfectamente aclimatados con el grupo y si el míster optó por mí no lo voy a cuestionar. Yo siempre me miro a mí y no pienso en los demás jugadores.

Tu te hiciste con el puesto a partir del cambio por Rindaroy ante el Espanyol, en un partido en el que incluso el puesto del mister estaba en juego. ¿Fue mucha responsabilidad?
Para mí es un orgullo que confíen en mí en momentos clave como ese, y no salgo al campo pensando en que si no lo hago bien me voy fuera, porque si se piensa en eso, mal vamos. Hay que hacerlo bien sin pensar en la situación en la tabla.

¿Como analizas la reacción del equipo tras el cambio de sistema?
Ni antes éramos tan malos ni ahora somos tan buenos. Hay que ir partido a partido y no pensar en lo que pueda pasar dentro de un mes.

Lotina ayudó mucho a crecer a Filipe. ¿Trabaja contigo aspectos técnicos y tácticos después del entrenamiento?
Conmigo también. Me está ayudando a mejorar, las cosas que me ve flojas siempre me las dice. Él me subió, me hizo debutar… le estoy muy agradecido.

¿En qué aspectos concretos te está ayudando o corrigiendo?
A ser más defensa. A ser más ladilla, como siempre me dice. Más presión al atacante, que no se mueva y que sueñe conmigo después del partido.

Hace poco se publicaba una lista que situaba al Deportivo como cuarto mejor equipo español de la década. ¿Crees que valió la pena todo aquel desembolso por vivir momentos mágicos, pese a la difícil situación económica actual?
Sí (muy rotundo). Eso fue la leche. Y no sabía lo de esa cuarta plaza. Verse ahí es un orgullo para el Deportivo y para el deportivismo. Ciertamente, ahora estamos en una época, no solo el nosotros, en la que es todo más complicado, pero poco a poco creo que estamos haciendo un buen trabajo.

¿Quién era tu ídolo en el mundo del futbol cuando eras niño?
Valerón. Yo lo veía y alucinaba: “¿pero como hace eso?”, me preguntaba , y ahora que lo veo en los entrenamientos sigo haciéndome la misma pregunta.

¿Te acuerdas donde estabas el día de la goleada el Milan?
Me encantaría poder decir que estaba aquí, en Riazor, pero estaba viéndolo en mi casa en Ourense. Sin duda, fue de los mejores partidos que vi en mi vida.

Llevas casi siete años en A Coruña, pese a ser de Ourense. ¿Te sientes un ‘producto’ de la cantera de Abegondo?
Sí, empecé en el Pabellón de Ourense, pero llevo siete años aquí, y tras todo ese tiempo, me siento muy comodo, como si fuera de aquí. Soy un canterano del Dépor en todos los sentidos.

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