Luis De La Cruz | 20/01/2010
Depor y Sevilla pagaron este fin de semana en Liga el precio de las lesiones y el cansancio. Mallorca y Barça ganaron sin dificultad a dos equipos agotados que hoy se verán las caras en los cuartos de final de la Copa tras sus heroicos pases ante el hexacampeón y el Valencia.
En Nervión empiezan a ver la luz. Luis Fabiano, después de mes y medio de baja, ha viajado a A Coruña e incluso puede ser titular. Perotti, que vuelve a la lista, estará en el banquillo, mientras Kanouté regresa tras el fiasco de Mali y podrá jugar este fin de semana y la vuelta de Copa en el Sánchez Pizjuán. El futuro pinta bien, pero el presente todavía se llama Navas y Negredo.
El Depor, por su parte, no tiene tanta suerte y ninguno de sus lesionados mejora. Lotina perdió la banda derecha en verano (Lafita) y la lesión de Guardado le ha roto ahora por la izquierda. Después de los experimentos con Filipe (interior zurdo ante el Valencia) y Laure (extremo derecho frente al Mallorca), el de Meñaka ha decidido recuperar la fórmula que le salvó el cuello en su primer año en A Coruña: la defensa de cinco. Los tres centrales llevaron al Depor del descenso a la UEFA y hoy será la apuesta hacia las semifinales. Piscu, Lopo y Zé Castro protegerán a Manu, mientras que el ataque quedará en manos de Iván Pérez, Juan Rodríguez y Bodipo.
Aires de revancha.
Y todo en una eliminatoria que en A Coruña tiene olor a revancha. Y lo tiene porque el Sevilla fue el verdugo de los coruñeses en la Copa en 2007 y 2009, en dos cruces en los que el partido de Riazor fue decisivo. Los andaluces ganaron en ambas ocasiones por un lapidario 0-3, con Luis Fabiano y Kanouté de ejecutores. Y eso no se olvida.
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