El mejor partido de Mario Soriano con la elástica blanquiazul, el olfato descongestionado de Miku, que ya lleva nueve goles esta temporada, y las paradas de Ian Mackay brindaron al Deportivo el mejor inicio posible de 2022, el que confirmó el título de campeón de invierno de Primera RFEF y certificó que el equipo va camino de conseguir, aunque falte mucho, el objetivo marcado, el de regresar al fútbol profesional.
Soriano por Noel, Villares por Álex Bergantiños y Trilli por Víctor fueron los cambios en la primera alineación del Deportivo en 2022 respecto a la última de 2021, la que se llevó los tres puntos del Reino de León para coronarse como líder del grupo I antes del parón navideño.
Tres semanas de descanso podrían sembrar algunas dudas sobre el rendimiento del Deportivo en la vuelta a la competición en este atípico mes de enero, que no tendrá fútbol de Primera Federación la próxima semana, exclusiva para la Copa del Rey.
Con titubeos comenzó el Deportivo 2022, pero pronto confirmó que tiene potencial para pasar el rodillo.
En el primer minuto de juego le ganaron el duelo en banda a Héctor Hernández, pero ahí estaba Mackay, una vez más providencial, sin demasiado trabajo pero resolviéndolo siempre con nota, algo que tiene mérito porque exige mayor concentración. Tapó el guardameta el mano a mano con Jordi Martín.
Al Deportivo no le tembló el pulso, no se dejó intimidar por un rival que no tardó en evidenciar los problemas y las carencias que tiene, los defectos que le mantienen en plena lucha por la permanencia.
Quiles destapó el tarro de las esencias del Deportivo a los cinco minutos. Empezó a perfumar el partido a los cinco minutos el delantero andaluz con un remate ajustado al palo que sacó a córner Rubén Miño. Primer aviso en una transición rápida de los de Borja Jiménez, que ya sabían el camino y la forma para hacer daño a su rival.
Los deportivistas dieron movilidad al juego y a los toledanos les costó ajustar los espacios interiores. Soriano brilló con luz propia por esos pasillos y se asociación con William de Camargo. A los 17 minutos los dos trenzaron la pared y el brasileño asistió al área desde la línea de fondo. No conectaron los atacantes, pero sí el lateral. Trilli disparó con la derecha y Miño atajó.
Soriano firmó sus mejores instantes con la blanquiazul y de su interpretación de los espacios volvió a surgir otra opción para el Depor a los veinte minutos con un disparo suyo al que respondió de nuevo el portero del Talavera. El gol se estaba cocinando en el Deportivo y la resistencia de los de Víctor Cea acabó pasado el ecuador de la primera parte. Un pase en largo de Lapeña inició el fuego. Recibió William en banda, se apoyó en Soriano, el balón regresó al brasileño, Miku la ganó en el área, con pausa caribeña controló, orientó y disparó. Miño, esta vez, no pudo evitar lo inevitable.
El Deportivo mantuvo el ritmo alto unos minutos más, pero quitó el pie del acelerador, algo que le pasa con más frecuencia de la deseada, y el Talavera tuvo el empate a la media hora con otro mano a mano al que estuvo atentísimo Mackay.
Rock and roll
Borja no retocó nada tras el descanso; sí el Talavera. Retiró a Vicente Romero, con amarilla, para meter a Borja Díaz. El recién incorporado al terreno de juego fue amonestado a los cuatro minutos... Con todo, el Deportivo dio vida a los visitantes. El canterano blanquiazul David Añón perdonó en boca de gol con un remate centrado y flojo que atajó Mackay.
El míster deportivista sentó a Quiles para dar entrada a Noel, que se situó a la par de Miku. El Depor permitió el rock and rock y tocó mejor el Talavera, pero le faltó definición en el área local. Lapeña fue clave, a los 69 minutos, para evitar un remate de Perales en una jugada protestada por Riazor, que pedía una falta previa en el centro del campo. A continuación, la tuvo William a pase de Miku. El extremo no tuvo la resolución de su compañero de ataque.
William se fue al banquillo y Jiménez dio entrada a Álex Bergantiños para intentar contener. Rombo en el centro del campo con Bergantiños por delante de los centrales y Soriano en el vértice por detrás de los delanteros. No resolvió los problemas. A falta de un cuarto de hora, el Talavera la volvió a tener en un remate de Cristian Perales al que respondió de nuevo Mackay, felicitado por el delantero rival. Un muro insuperable.
Soriano siguió siendo el faro en ataque. Iluminó a Riazor con un túnel a un rival y una finta que hubiese firmado Messi. Trilli y Noel plasmaron en el césped ese entendimiento que tienen desde las categorías de base. El delantero rozó el gol a los 85 minutos. La sentencia no llegó, ni siquiera con el primer penalti del curso a favor del Depor. Rubén Miño adivinó las intenciones de Miku y desvió el balón, pero no varió el rumbo de un Deportivo que lleva velocidad de crucero hacia el fútbol profesional.
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