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viernes, 10 de octubre de 2014

CUESTION DE CONFIANZA

Riazor y su equipo saldrán a pelear, como muchas veces antes, la jornada que viene, con el futuro en juego    ac
Riazor y su equipo saldrán a pelear, como muchas veces antes, la jornada que viene, con el futuro en juego ac

Se acabó. A golpe de viernes, con el entrenamiento de esta mañana. Punto y final. Después del desastre de Sevilla todo el mundo hizo lo que tenía que hacer. Incluso poniendo en la balanza de ‘lógicas’ las palabras de Tino Fernández tras el partido o las protestas, pintadas incluidas de algún sector de la afición. Pero ya se acabó, al fin.
Los jugadores han entonado el ‘mea culpa’, al igual que el entrenador blanquiazul. Las reuniones entre capitanes y presidente o la comida con el técnico del pasado miércoles han aireado el problema tras identificarlo y ahora llega el turno de ponerle solución.
La respuesta de los consejeros, futbolistas y técnico ha estado a la altura de lo esperado, como lo estará la de la afición en Riazor dentro de diez días.
Es tiempo de trabajar, de creer en el proyecto, de no tener miedo, de crecer y mirar hacia adelante. El objetivo tiene que ser el Valencia, sólo se debe pensar en el durísimo y eterno rival ché (con el que siempre hay cuentas pendientes).
Ver a un entrenador como Víctor Fernández, un hombre con un currículum enorme, dando las explicaciones que ayer ofreció en la sala de prensa da, cuando menos, tranquilidad. “Sí se lo cree”, pensaron algunos aficionados. Escuchar a los consejeros o a los jugadores hablando de sumar también otorga confianza. Posiblemente lo que más se necesita es eso, confianza.
Los blanquiazules regresarán hoy a Abegondo con las pilas cargadas. Tienen días por delante para buscar la fórmula de frenar al equipo de Nuno. La plantilla está capacitada para dar la cara en cada envite, siempre y cuando esté plenamente activada, en tensión, competitiva, en una palabra.
Si realmente se ha aprendido de los últimos encuentros, sobre todo del más reciente, se verá en breve. Puede que el equipo no muestre una mejoría táctica notable hasta que pasen unas semanas, pero no habrá un solo jugador que no sude la gota gorda en cada envite. Con intensidad y buenos entrenamientos deberían llegar los resultados.
Y aunque Víctor Fernández pueda pensar que hay gente que no cree en las posibilidades del equipo, también puede estar seguro de que otros muchos valoran el hecho de que haya dado el paso para apostar por el Depor, o sus ideas de jugar buen fútbol. Pero sobre todo, lo que más valoran, es el compromiso que ha mostrado en los momentos más complicados de la temporada. ‘La vuelta de tuerca’. Tras haber tocado fondo toca crecer.
VIA IG.

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