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lunes, 21 de marzo de 2011

MANTENER LA BENDA EN LOS OJOS O AFRONTAR LA REALIDAD














El fútbol se encargó de mostrar la triste senda por la que atraviesa un Deportivo que sigue acumulando papeletas para ganarse una de las plazas de descenso.
Miguel A. Suárez | A Coruña
Difícil. Es muy difícil tratar de realizar cualquier tipo de análisis tras el pésimo partido que el Deportivo ofreció ante el Levante en Riazor.
El equipo valenciano fue muy superior desde el primer minuto hasta el último, mostrándose como un equipo muy serio que sabe suplir sus notables carencias técnicas a base de un envidiable trabajo táctico, ya que además de las constantes ayudas que sus jugadores ofrecen en ataque, es un placer para el aficionado ver lo rápido que realizan el repliegue de líneas cada vez que pierden la posesión del esférico. ‘Chapeau’ para los granotas.
En el lado contrario, que es el que nos ocupa, el Deportivo volvió a mostrarse como un equipo timorato, sin orden ni criterio y, lo que es peor, completamente indolente. Por momentos, parecía que lo que el equipo estaba disputando era el partido por el tercer y cuarto puesto del Teresa Herrera.
El fútbol fue justo, justísimo, pero aún así fue caprichoso, porque castigó a uno de los pocos jugadores del Deportivo que se salvan de la quema como Aranzubia, ya que un error suyo cerca del final propició el tanto de un Levante que mereció imponerse por una renta mayor.
En el terreno defensivo sólo Lopo estuvo a buena altura, mientras que Antonio Tomás y Juan Rodríguez estuvieron completamente desaparecidos, ayudando poco en la labor defensiva y sin propiciar profundidad al juego del equipo en ataque, aunque bien es cierto que se echó en falta la presencia de un mediapunta capaz de servir balones a los delanteros.
La realidad es que la situación es altamente preocupante y el que quiera seguir con la venda en los ojos está en su derecho, pero la clasificación no miente y el juego del equipo todavía menos. Así las cosas y tras lo visto contra el Levante sólo queda esperar que el equipo reaccione ante al Mallorca, en un partido en el que —ahora sí— el club se juega la vida.
UNO POR UNO:
Aranzubia: 5. Perfecto todo el partido, aunque cometió un error muy grave en el gol. Sin embargo, ese fallo no puede empañar del todo su buena actuación.
Laure: 5. Correcto en defensa y desaparecido en ataque. Se limitó a cumplir y no tuvo grandes problemas por su banda.
Lopo: 5. Fue el mejor en la zaga deportivista. Tuvo que multiplicarse para ayudar a un Colotto completamente desaparecido.
Colotto: 3. El central argentino jugó uno de sus peores partidos de la temporada. Se mostró lentísimo y se jugó de forma absurda un penalti y una posible expulsión.
Manuel Pablo: 2. ‘Manolo’ no regresó con buen pie. Jugar en la izquierda no le favorece y tuvo algunos problemas para frenar las internadas levantinas.
Antonio Tomás: 2. Poco en defensa y nada en ataque. En su línea de los últimos encuentros.
Juan Rodríguez: 1. Completamente desaparecido, fue el peor sobre el campo y el respetable se lo hizo saber.
Rubén Pérez: 4. El único jugador del centro del campo que levanta algún aplauso de la grada. Se entrega al máximo y eso es de agradecer cuando se encuentra tan solo a pesar de tener a dos compañeros para ayudarle.
Guardado: 4. El azteca no está bien, pero al menos lo intenta y eso es lo mínimo que se puede pedir a un jugador. No elude la responsabilidad y quiere el balón, pero debe mejorar, y mucho.
Adrián: 4. Desasistido y poco participativo. En este caso no sería justo criticar su partido, porque apenas le llegaron balones. Aún así, la afición sabe del talento del asturiano y pitó a Lotina cuando, en una nueva ‘lotinada’, decidió sustituirle.
Lassad: 6. El mejor jugador del cuadro blanquiazul. A veces se empeña demasiado en el regate, pero es entendible que un delantero llegue a desesperarse en este equipo. No se escondió y de sus botas salieron las mejores jugadas locales.
Sand: 4. Lotina quería un ‘9’, pero aún no sabemos para qué. El argentino está aislado del mundo, pero demostró que si recibe en el área sabe crear problemas al rival, como hizo en una buena jugada que malogró Juan Rodríguez.
Saúl: 3. Aunque en el tiempo que estuvo sobre el campo se esforzó, no aportó prácticamente nada y estuvo muy lejos de suponer un revulsivo para equipo.
Míchel: 1. Salió a quince minutos del final y no hizo nada destacable. Encima, tuvo la mala fortuna de hacer falta que sirvió para que el Levante se llevase los tres puntos con total merecimiento.
LAS CLAVES:
Jugar o no jugar, esa es la cuestión. El Levante llegó a Riazor y demostró ser un equipo muy serio que sabe a lo que juega. En el caso del Deportivo, seguimos sin saberlo después de 29 jornadas.
LO MEJOR:
Riazor respondió y, por fin, habló. Hacía tiempo que feudo coruñés no contaba con tanto público en un partido disputado un domingo a las cinco de la tarde, pero el equipo no respondió sobre el césped. Durante el partido y al término del mismo, la afición mostró su enfado con el juego desplegado por los de Lotina.
LO PEOR:
Curiosamente, no fue el resultado. Y con esto está todo dicho. Cuando un equipo que se juega la vida pierde y el resultado no es lo peor, es que la imagen ofrecida sobre el terreno de juego invita a ser muy poco optimistas de cara al futuro.fuente riazor org

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