El
Deportivo de La Coruña viajó ayer a Las Palmas con la intención de
aprovechar el impulso que le han dado las dos últimas victorias para
cambiar la dinámica lejos de Riazor. Solventar sus compromisos a
domicilio es lo único que le falta a los blanquiazules para demostrar
que el favorotismo que le entregaban el resto de equipos antes de que
comenzase la temporada iba en serio. Salvando las victorias en la cancha
del Barcelona B y en la del Córdoba, el equipo coruñés ha mostrado su
peor cara en los partidos fuera de casa, lo que le ha impedido ocupar
una de las dos plazas que otorgan el ascenso directo hasta la fecha. El
estadio Gran Canaria, sobre el papel, es un feudo propicio para darle
la vuelta a la situación. A diferencia de otros equipos que basan su
fútbol en detener, por las buenas o por las malas, las acometidas
rivales para aprovechar luego una contra, el Las Palmas juega y deja
jugar. Esta filosofía amarilla le viene bien a un Depor que sufre más de
la cuenta cuando sus contrarios se centran única y excluivamente en
anular a Juan Carlos Valerón. El fútbol de toque de los ‘canariones’
permitirá que sobre el césped se plantee un duelo de tú a tú en el que
se saldrá con la suya el que más acertado se muestre en los metros
finales.
Numancia y Levante han sido las últimas víctimas
blanquiazules. Dos triunfos que le han permitido sacar pecho a toda la
plantilla del Deportivo. En Liga, los sorianos no estuvieron lejos de
dar la campanada en Riazor. Julio Álvarez falló una pena máxima con 2-1
en el marcador que hubiese supuesto el empate y un importante mazazo
para la moral herculina. La Copa del Rey sirvió para que los de José
Luis Oltra tumbasen, a falta del partido de vuelta, a la revelación de
Primera División.
Toda la plantilla, salvo los lesionados, se
siente, además, partícipe de los últimos resultados. El preparador
valenciano ha utilizado a todos los futbolistas disponibles en los
últimos dos partidos. Los teóricos titulares sumaron tres puntos
importantes frente al conjunto soriano que permitieron que el Deportivo
continuase su escalada en la tabla liguera. La mayoría descansó contra
el Levante, dando paso a los menos habituales, que dieron una lección
frente a un equipo en plena forma y convencieron al entrenador de que
están preparados para asumir más responsabilidades.
El propio
Oltra explicó tras el partido que, al menos uno de ellos, se había
ganado el puesto para jugar hoy en Las Palmas. Sin embargo, al ver la
convocatoria, no parece que vaya a haber cambios. Saúl y Pablo Álvarez,
dos de los más destacados en el duelo de Copa, ni siquiera han viajado a
las islas. Las sorpresas se reducen, entonces, a que Riki supla a
Lassad en punta de ataque, que Borja pueda arrebatarle el sitio a Álex
Bergantiños o a Juan Domínguez, o bien a que Manuel Pablo recupere la
titularidad en ‘su’ casa en detrimento de Ayoze Díaz.
Juegue
quien juegue, el objetivo está clarísimo: sumar los tres puntos para
terminar el año de la mejor manera. Nadie piensa ahora en el partido del
miércoles en Valencia frente al Levante, y mucho menos en las
vacaciones. El compromiso de la plantilla con la situación del equipo es
total y abosluto y asentarse cuanto antes entre los dos primeros es la
idea. Oltra sigue sin poder contar con Xisco ni Morel, aunque ambos ya
han comenzado a entrenar con el resto de sus compañeros. Los dos están
recuperados de sus molestias pero todavía no tienen ritmo de competición
y su regreso a los terrenos de juego está programada para el mes de
enero.
Todavía más importantes son las bajas con las que llega el
Las Palmas al encuentro hoy. Dos piezas básicas de engranaje de Juan
Manuel Rodríguez tendrán que ver el partido desde la grada. Ni Sergio
Suárez, pretendido en su momento por el Deportivo como parte del pago de
la famosa de Schurrer, ni Javi Guerrero, bestia negra de los herculinos
cuando militaba en el Racing o en el Recreativo, serán de la partida.
Así, Jonathan Viera será el motor amarillo y Portillo el hombre gol.Fuente diario arousa.@XALOMONTE
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