Uno de los ídolos del deportivismo se sincera en una entrevista a ABC en la que relata cómo vivió el descenso del equipo. Se ofrece para ayudar en lo que pueda para devolver al club a Primera.
En la grada de General todavía resuenan los cánticos hacia el que fue ídolo y alicerce del Súper Dépor que deslumbró toda España en los años 90. José Roberto Gama de Oliveira, Bebeto, podría haber vestido la camiseta del Deportivo en próximas fechas con los Veteranos pero finalmente se quedará en Rio de Janeiro tras la eliminación en cuartos frente al Betis. Desde allí analizó para el diario ABC el descenso de un club “que forma parte de mi vida y de mi historia”.
Pisó por primera vez Riazor en 1992 y pronto se convirtió en santo y seña del deportivismo y en ídolo de una afición a la que recuerda con especial cariño. “El Dépor siempre estará en mi corazón, así como sus hinchas, que son impresionantes y muy fieles, sobre todo, los Riazor Blues, a los que no les importa la situación del equipo. Creo que no se merecían este descenso”, comenta.
Lo dice un Bebeto que relata cómo vivió el fatídico partido ante el Valencia de la última jornada. Reminiscencia del pasado, de un sufrimiento que vivió en sus carnes en el 94 y que esta vez le tocó ver a 8.000 km de distancia. “Me quedé muy triste con el resultado. Vi el partido junto a mi familia, muy nervioso. Quería meterme en la televisión e intentar hacer algo. Me sentí impotente por no poder hacer nada por el equipo que siempre me apoyó y que aprendí a amar”, explicaba.
Para el astro brasileño una de los principales errores del Club ha sido su política de fichajes en los últimos años. Reconoce que intentó ayudar en varias ocasiones a Lendoiro ofreciendo y aconsejando jugadores de su país pero la respuesta siempre fue la misma. “Siempre me decían que no tenían dinero para contratar”-dijo-. Al mismo tiempo que siempre reclamó mayor protagonismo brasileño en las filas del club como en su época dorada, ahora se ofrece a arrimar el hombro “para que el equipo vuelva cuanto antes a Primera, de donde nunca debiera haber salido”.
En esa línea volvió a aprovechar las hojas del diario español para ofrecer de nuevo sus servicios a Lendoiro desde la distancia en materia de fichajes y de gestión. “Aunque esté en Brasil me pongo a disposición para cualquier cosa que pueda precisar de mí el Deportivo, porque el club es parte de mi vida y de mi historia como futbolista”, concluía.fuente riazor org
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