El Deportivo sobrevive en Primera y sigue dependiendo de sí mismo para salvarse gracias, en gran parte, a la enorme rentabilidad que obtiene de sus pocos goles. Con sus 23 dianas en 29 jornadas es el equipo menos realizador de la categoría, pero al mismo tiempo es también el que más provecho le saca a su puntería, escasa pero productiva: 1,347 puntos por cada tanto. Justo en el polo opuesto está el Málaga, que con 15 aciertos más que el Dépor (38 en total) ocupa puestos de descenso con dos puntos menos que el conjunto coruñés.
Más que un bien preciado, cada gol es un artículo de lujo, un auténtico tesoro para los blanquiazules. Vieron puerta en menos de la mitad de las jornadas (13 de 29) pero siempre que lo hicieron sumaron al menos un punto, salvo en dos ocasiones, en las visitas al Santiago Bernabéu (6-1) y a Coliseo Alfonso Pérez (4-1). Precisamente es fuera de casa donde el Dépor presenta un balance anotador más sonrojante, con sólo siete aciertos en sus quince salidas. En Riazor tampoco muestra mucho más olfato en los metros finales. Sólo fue capaz de celebrar 16 tantos ante sus aficionados, que en la última jornada se marcharon del estadio sin festejar ninguno tras el doloroso 0-1 encajado ante el Levante.
Hace ya algunos años que la pólvora de los delanteros deportivistas suele estar mojada. Basta con echar un vistazo a la tabla de goleadores blanquiazules, que lidera Adrián López con sólo cinco aciertos, para darse cuenta de las severas dificultades con las que se encuentra cada fin de semana el Dépor para ver puerta. Esas graves carencias en la definición acostumbra a compensarlas haciéndose fuerte atrás. Es en el balance defensivo donde el equipo de Lotina presenta un mejor rendimiento. Por eso, porque suele ser firme en las tareas de contención, cada vez que marca le basta por regla general para sumar como mínimo un punto. Contra el Levante faltó esa contundencia en la destrucción y el Dépor se mostró muy vulnerable. Mal posicionado y sin orden en el repliegue, dejó crear demasiadas ocasiones al rival. Contra el Mallorca tendrá que rearmarse atrás y recuperar la fortaleza en la que apoyó sus dos reacciones anteriores esta temporada. Primero, defender bien, asegurarse de no encajar, y a partir de ahí atacar, porque un solo tanto podría ser suficiente para ganar. Así es como sobrevive el Dépor. Cada gol, un tesoro.FUENTE LA OPINION
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