Andrés Guardado ya tiene fecha para su reaparición. El 19 de febrero podrá estar a disposición de Lotina contra el Real Madrid. Después de más de cuatro meses prácticamente apartado de los terrenos de juego, en los que sólo llegó a jugar 30 minutos contra el Sporting, el mexicano empieza a ver la luz al final del túnel. Guardado quiere olvidar de una vez por todas la pesadilla de lesiones y recaídas en el bíceps femoral de su pierna izquierda. "Voy con precaución y con calma. Espero que ésta sea la última de esas lesiones que me han marginado bastante tiempo. Qué mejor que volver contra el Real Madrid y en casa... Eso me motiva. Si después conseguimos un buen resultado, sería un regreso perfecto", explicó ayer Guardado, que ya se entrena al mismo ritmo que sus compañeros.
El mexicano ha viajado tres veces a Barcelona en las últimas semanas para seguir un tratamiento que pudiese paliar la molestia que le producía la cercanía entre la cicatriz de su lesión muscular y un nervio. Guardado tiene ahora buenas sensaciones, pero no quiere caer en un exceso de euforia. Los precedentes le hacen ser realista: "No quiero ser pesimista, pero no me voy a confiar hasta estar dentro del campo y que no pase nada. Ya me sucedió lo mismo varias veces. En el terreno de juego es donde empezaba a sentir que la pierna no me respondía, por eso voy a ir ahora sin prisas. Creo que ahora las cosas se hicieron bien".
Guardado asume que no va a ser sencillo quitarse de la cabeza el miedo a otra recaída. Sólo cuando vuelva a tener minutos, probablemente contra el Real Madrid, podrá comprobar con total certeza si sus problemas musculares ya han pasado a la historia. "Es difícil borrar todo eso de tu cabeza. Lo bueno es que al final se detectó lo que realmente tenía y pienso que ahora sí que se trató el problema. Eso me hace pensar que no va a haber más recaídas, pero si llegase otra vez, no pasa nada. Habría que volver a levantar la cabeza", admite el deportivista.fuente as
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