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viernes, 29 de octubre de 2010

DESENLACE EN RIAZOR













Osasuna se estrenó ayer en Copa del Rey y le tocó hacerlo ante el Deportivo. El conjunto gallego aterrizaba en Pamplona agobiado por los problemas en Liga, mientras que los de Camacho afrontaban el encuentro con la moral alta, tras la victoria y el buen juego exhibido ante el Málaga. Camacho mezcló en el once a titulares y suplentes, mientras Lotina utilizó el partido como banco de pruebas para su nueva defensa de cinco.

Los primeros minutos del encuentro sirvieron para que ambos equipos se situaran y tantearan al rival. El Depor dejó claro desde el principio dos de las armas que tenía previsto utilizar a lo largo del encuentro. Los de Lotina trataron de aprovechar en todo momento las jugadas de estrategia y, mediante una de ellas, Lopo dispuso de la primera ocasión de la noche. Por otra parte, el conjunto gallego se mostró serio en defensa. Hubo que esperar hasta el minuto 12 del partido para ver la primera ocasión clara. Ésta llegó de las botas de Nekounam. Sin embargo, una buena intervención de Manu impidió que el iraní transformara su remate en gol. Durante la primera parte, las fuerzas de uno y otro equipo estuvieron bastante igualadas, aunque en ciertos momentos ambos equipos perdieron intensidad. En los últimos minutos de la primera mitad, Osasuna tuvo ocasiones para abrir el marcador, pero ni Vadocz primero, ni Rúper a continuación, tuvieron fortuna da cara al gol, por lo que se llegó al descanso con tablas en el marcador.

El golazo.
Nada más comenzar la segunda parte, Riki pidió la pena máxima, pero Clos Gómez consideró que no debía pitar penalti en el área osasunista. Pasaban los minutos y el partido continuaba siendo un toma y daca entre gallegos y navarros, y las ocasiones claras de cara al gol, escasas. Una de las oportunidades más claras llegaba en el minuto 59, tras un buen centro de Rindaroy, que remató alto Saúl. El partido no estaba siendo excesivamente entretenido para el espectador, pero Juanfran se encargó en el minuto 67 de dejar claro por qué el fútbol levanta pasiones. El de Crevillente marcó un golazo espectacular, por la escuadra tras un gran derechazo, que fue imposible para Manu. Su tanto se lo dedicó a su hijo Oliver. Pese a la alegría que supuso el tanto del alicantino, la alegría duró poco en el Reyno de Navarra. Sólo tres minutos después, Saúl respondía con otro tanto al gol de Juanfran, tras quedarse solo delante de Riesgo.

A partir de ahí, ambos equipos siguieron intentándolo, pero sin éxito. Fueron los gallegos quienes tuvieron más ocasiones para dejar muy encarrilada la eliminatoria. Pese a esto, tal y como preveían los protagonistas durante la semana, la eliminatoria se resolverá en Riazor.

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