La Coruña, 9 feb (EFE).- El Deportivo de La Coruña ha demostrado esta temporada su capacidad para sobreponerse a las expulsiones y no ha sido derrotado cuando ha tenido que jugar con inferioridad de efectivos.
Esa situación la ha vivido dos veces a lo largo del curso, la primera ante el Getafe en el Coliseo Alfonso Pérez en la primera vuelta de la competición el pasado 7 de noviembre y la segunda, el domingo ante el Málaga en La Rosaleda.
En esos dos encuentros ha habido cierto paralelismo, ya que el Deportivo se quedó con diez efectivos en el primer tiempo y además sufrió la expulsión de su entrenador, Miguel Ángel Lotina.
En Getafe, los blanquiazules sufrieron la expulsión de Iván Sánchez, "Riki", a los 25 minutos de partido por doble amonestación, la primera por simular penalti y la segunda por mano en una acción en la que no llegó a contactar con el balón.
En ese momento, el Deportivo estaba por delante en el marcador (1-0) y en el segundo tiempo, en el que se quedó con nueve por expulsión de Sergio González, amplió su ventaja y sumó los tres puntos.
Ante el Málaga, el jugador expulsado fue Pablo Álvarez, que vio la segunda amarilla porque, a juicio del árbitro, Mateu Lahoz, simuló penalti, pero previamente había sido agarrado por la defensa rival.
El Deportivo aguantó el tipo en defensa y mantuvo el marcador inicial (0-0) ante los andaluces, lo que le permitió sumar un punto y quedarse a dos de los puestos que dan acceso a la Liga de Campeones.
La seguridad del equipo coruñés en situaciones de inferioridad no pasa desapercibida para los jugadores, tal y como explicó este lunes el portero Dani Aranzubia.
"Al final el equipo defendió bien, igual que en Getafe, donde nos quedamos con dos menos. Somos un equipo que defiende bien, pero cuando tiene que hacerlo sí o sí porque está en inferioridad, lo hace incluso mejor", expuso el guardameta, que dejó por undécima ocasión su portería a cero esta temporada.
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