El Deportivo volvió a dejarse puntos a domicilio, esta vez ante el Racing de Ferrol, en un partido en el que los coruñeses tuvieron la ocasión más clara del encuentro, en las botas de Arturo, pero tuvieron que conformarse con unas tablas.
Un empate que acababa con dos derrotas seguidas a domicilio, ante la Cultural Leonesa y el Unionistas, pero en el que los herculinos replicaron algunos de los problemas que tienen lejos de Riazor.
Aunque el técnico ‘agitó el árbol’, con la entrada de Max Svensson en el once para fijar a los centrales verdiblancos y dar más movilidad a Lucas Pérez, el Depor no tuvo el dominio de la pelota.
Fueron los ferrolanos, comandados por la batuta del trivote formado por Bernal, Álex López y Manzanara los que tuvieron el control del esférico e impidieron en muchos minutos de la primera parte al Depor traspasar la medular.
Sí que es cierto que cada vez que los coruñeses rebasaban esa línea de presión llegaban las ocasiones, con un Mario Soriano que conectaba con Alberto Quiles. Precisamente este era el protagonista de las primera aproximaciones del Depor.
Mierdo a perder
Tras irse al descanso con empate sin goles, el encuentro entraba en un momento de ida y vuelta, que no favorecía a los intereses de los de Cano, que sufrían con las internadas tanto de Héber como las de Carlos Vicente.
Precisamente, el Depor se quedaba con diez en el descuento al derribar Carnero a Vicente. Un tiempo añadido que evidenciaba que ninguno de los dos quería perder las tablas conseguidas, aunque por el camino el Depor se dejaba dos puntos fuera.
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