Después de una semana de agitación, con el consabido cambio de inquilino en el banco de entrenador local, el RC Deportivo de La Coruña debe redimirse de sus últimos tropiezos de la mano del nuevo míster Óscar Cano.
El preparador andaluz tendrá la responsabilidad de estrenarse esta tarde ante el Linares, uno de los equipos que se han asentado en la zona alta merced a sus seis triunfos y un empate en siete apariciones ligueras.
Después de los dos tropiezos consecutivos que le costaron el puesto a Borja Jiménez —ante San Fernando y Rayo Majadahonda—, el Depor precisa con urgencia sumar de tres en tres de nuevo para que no aumente la brecha respecto al primer puesto del grupo, su verdadero objetivo para aferrarse al ascenso directo.
Con solo cuatro entrenamientos en A Coruña, Óscar Cano tendrá que recomponer un rompecabezas al que le faltarán por lesión cuatro piezas: Trilli, Jaime Sánchez, Isi Gómez y Víctor Narro.
En búsqueda de un estilo marcadamente dominador y protagonista, que conceda muy poca posesión al adversario, el estratega andaluz ha ensayado en Abegondo con un patrón de juego 4-4-2, con el que intentar enganchar a la plantilla coruñesa y con el que hacer mejor a cada uno de los integrantes del equipo.
En este sentido, Ian Mackay es el principal candidato a ocupar el marco herculino pese al enorme susto de la pasada semana —sufrió varios desmayos—; con el alta médica, el meta del barrio de O Ventorrillo continuará siendo todo un bastión bajo palos.
En defensa, el binomio Lapeña-Pablo Martínez tiene muchas papeletas para repetir titularidad, flanqueado por Antoñito en el costado diestro y Raúl Carnero en el siniestro.
El doble pivote, a tenor de las probaturas efectuadas, le corresponderá a Olabe y Villares, este último con más libertad ofensiva.
Ambos carriles de la medular estarán integrados por dos mediapuntas reconvertidos como Rubén Díez y Mario Soriano, mientras que la punta de lanza recaerá en la sociedad Quiles-Santamaría, si bien Max Svensson también podría disponer de una oportunidad.
En el banquillo de la suplencia aguardarán su turno para revolucionar la contienda hombres de perfil ofensivo como Kuki Zalazar, Yeremay o el propio Svensson.
Todavía con el recuerdo fresco en el subconsciente de la paliza que le fue infligida en las semifinales del playoff el pasado curso en Riazor (4-0), el Linares de Alberto González tratará de desquitarse en un arranque de liga espectacular.
Pese a la profunda metamorfosis que han vivido los jienenses, con hasta 15 nuevas incorporaciones, el equipo se ha crecido ante la adversidad hasta el punto de llegar a la octava tirada liguera invicto, con un expediente intachable de seis triunfos y un empate.
Después de un viaje eterno por carretera de 887 kilómetros de distancia, los andaluces se toparán con un campo sobre el papel pesado, al que no están para nada acostumbrados.
Con su once gala disponible y un dibujo de cinco defensas, el Linares aguardará a sus oportunidades a la contra.
En una tarde que se presume desapacible, el deportivismo, con sus más de 23.000 abonados, marcará de nuevo la diferencia.
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