Quince días en fútbol dan para mucho. Hace dos semanas, cuando el Racing de Santander pidió aplazar el partido con el Deportivo en el Estadio Abanca-Riazor por tener dos positivos en la plantilla, algo que el juez de Competición le concedió, el conjunto cántabro sentía el miedo de visitar con bajas (más que las que tenía por el coronavirus) a un líder intratable. Aquel parón interrumpió el ritmo del equipo herculino, la inercia positiva que llevaba, la dinámica vencedora en que estaba inmerso. Ahora, atraviesa un bache de resultados, pero no de juego. Los errores propios en su área y en la contraria le han penalizado con dos derrotas que necesita superar con una victoria que le permitiría dar un golpe sobre la mesa para disipar cualquier tipo de dudas.
En juego hay mucho. No es un partido definitivo, mucho menos de lo que parecía hace quince días, porque entonces se intuía que la victoria daba medio ascenso. Aun así, es trascendental.
Ganar reabriría la brecha a ocho puntos con respecto a los santanderinos y daría el golaveraje a los blanquiazules tras el 0-0 del partido de ida. El empate dejaría un panorama similar al actual, pero con el riesgo a que el Racing gane su partido pendiente con la Cultural y Deportiva Leonesa y se ponga a dos puntos. Y el peor escenario, el de una derrota. En ese caso, los montañeses se colocarían a menos de un partido del Deportivo y con una cita por jugar, lo que podría situarles en el liderato cuando se juegue el choque del Reino de León.
Tal vez por eso no perder sea prioritario, pero el Deportivo es ambicioso. Lo demostró después del primer bache de la temporada, el que también tuvo como protagonistas a los dos que le derrotaron en los últimos días, Real Unión de Irún y SD Logroñés.
Para conseguir tapar el bache actual, Borja Jiménez tendrá a su disposición a toda la plantilla a excepción de Víctor García, que sigue de baja. El lateral derecho será para Álvaro Trilli nuevamente, aunque en condiciones normales es probable que el canterano tuviera descanso.
No se esperan demasiados cambios respecto al equipo que perdió en Logroño con una notable primera parte, en la que dispuso de ocasiones claras, entra ellas dos balones al palo. Lo normal es que regrese Miku a la punta del ataque, tal vez con Noel como escudero, o con William y Soriano. Hay otros que piden también minutos como Doncel o Álvaro Rey. Y algunos podrían rotar, como el capitán, Álex Bergantiños.
En ese caso, Calavera y Rafa de Vicente podrían tener sus opciones. En el lateral izquierdo también aspira al once Diego Aguirre. No obstante, este es el partido, con mayúsculas, y las rotaciones, en caso de hacerlas, pintan más para la siguiente cita de la temporada, ante el Calahorra el domingo y nuevamente en Riazor.
El estadio presentará una gran entrada para recibir al Racing. Borja Jiménez pedía cariño y la afición se la dará (se lo habría dado igualmente aunque no se lo hubiera pedido). Los cántabros pisarán ese césped tras haber entrenado ayer en el campo de su homónimo de Ferrol con la baja de Unai Medina y el alta de Cedric, que incluso podría formar de inicio tras haber dejado atrás el Covid.
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