Todavía con el dulce regusto en el paladar de los tres puntos conseguidos en el tiempo añadido ante el Zamora en el Ruta de la Plata, el RC Deportivo regresó a los entrenamientos en una sesión vespertina que tuvo como escenario el estadio de Riazor.
A puerta cerrada, Borja Jiménez y sus pupilos comenzaron a preparar el trascendental encuentro del domingo frente al Racing de Santander en Riazor (20.00 horas).
Una cita que puede marcar el éxito liguero de una campaña en la que el equipo está respondiendo con creces a las expectativas creadas para su eventual retorno al fútbol profesional.
A dos velocidades
El cuerpo técnico dividió a sus futbolistas en dos grupos; por un lado, los titulares en el Ruta de la Plata efectuaron un trabajo de recuperación muscular, consistente básicamente en carrera continua, estiramientos, baño de contraste y paso por la camilla de los fisioterapeutas.
Por su parte, los jugadores que dispusieron de menos minutos en feudo zamorano o los que no participaron pisaron más el acelerador, con actividad más intensa.
Estos últimos realizaron un calentamiento, un juego de posición, fútbol en espacios reducidos y una tarea de remates para concluir.
Sin Trigueros ni Rey
Los dos futbolistas ‘tocados’ en las dos últimas jornadas, el central Pablo Trigueros y el extremo Álvaro Rey, estuvieron al margen del grupo, con sendos entrenamientos personalizados, por lo que ambos parecen prácticamente descartados para el compromiso frente al Racing de Santander.
En las próximas sesiones, el preparador Borja Jiménez evaluará el estado físico de su plantel para comenzar a esbozar un once con el que medirse al segundo de la tabla.
Una de las mejores noticias para el deportivismo puede ser el retorno del máximo goleador del equipo, Miku (empatado con Quiles), que regresará tras haber cumplido partido de sanción en Zamora.
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